TERCERA ETAPA: CAMINO PRIMITIVO – SALAS A TINEO
SALAS-TINEO: 20 KILOMETROS


El Camino comienza a mostrarnos ya reseñas de lo que nos espera, aunque al salir de Grado el día anterior, esa primera subida al Alto del Fresno, ya nos advirtió de ello. Pues en esta etapa igual, nada más dejar el albergue tras desayunar en el albergue, iniciamos una continua subida a través de un agradable bosque de robles, castaños y alguna otra especia donde, si tienes ganas de ello, podrás desviarte unos cientos de metros hasta la Cascada de Nonaya.



Ciertamente no es gran cosa y no cae desde mucha altura ni hace cosas raras, pero es una cascada en un ambiente natural, y si la quieres ver pues ya sabes, unos cientos de metros hasta ella que luego tendrás que volver a hacer hasta el punto donde dejaste el Camino.


Es de reseñar que el más o menos aparente buen estado del sendero en la subida, aunque encontraras barro igual, es porque este era el Camino Real que unía Salas con La Espina muchos años atrás.


Subimos y subimos, más o menos unos 7 kilómetros de continua y diferente subida, subiendo aproximadamente desde los 240 metros de Salas hasta los 650 metros de altitud de La Espina. Pero aunque nuestras gotas de sudor resbalen por nuestra frente, con tranquilidad, ganas y una sonrisa finalizaras tranquilamente el ascenso a la altura de la aldea de Porciles, y entre algunos molinos de viento, pistas, caminos y algún trozo de carretera llegaremos a Bodenaya, sinónimo de hospitalidad gracias a la buena labor en su albergue de David y Celia.


A partir de aquí ya no nos esperaran repechos tan largos y pronunciados como el que hemos realizado desde Salas, pero si constantes subidas y bajadas, desniveles algo más suaves que afrontaremos bien, porque ya lo sabes, estás en Asturias, disfruta de ello a pesar de las cuestas y de las continuas y a veces repentinas lluvias.

Aunque eso si, a pesar de que en el Camino primitivo vas a encontrar senderos y caminos embarrados y llenos de agua por todos lados, creo que esta etapa siempre ha sido una de las más embarradas, donde los senderos a veces se convierten en un circuito de obstáculos, donde siempre prima evitar tanto el agua y el lodo como el resbalón que te llevaría a dar con huesos y mochila incorporada al blandito suelo.


Y si eso sucede (que sucede a veces) pues te limpias lo que puedes, sonríes y a seguir, te espera todo un bello Camino todavía. Tras pasar el pueblo de La Espina, donde puedes parar a repostar y descansar unos minutos si lo deseas, ya que seguramente no encontraras ya nada más para hacerlo salvo quizás y con suerte en El Pedregal, aparte de que te aviso que la señalización es mala en esa zona y que nada más pasar la Espina hay un trocito de camino malísimo y absurdo.


Pero bueno, atravesaremos varias aldeas y lugares, como La Pereda, El Espín, El Pedregal y alguno más, donde te recuerdo que no hallaras servicio alguno, así que recuerda, en La Espina toma algo, reposta agua y lo que creas.

El firme del suelo seguirá siendo bastante malo hasta llegar unos kilómetros después, normalmente a través de frondosos bosques, a la pedanía rural de Cimadevilla, que pertenece a Tineo, donde tomaremos el camino de San Roque para bajar a la localidad, que nos espera calle abajo para finalizar la etapa.

Al llegar aquí, si hubiera ido solo, mis pasos habrían continuado el Camino hasta Campiello, como la anterior vez a esta, porque la distancia recorrida es algo corta, pero cuando vas en grupo pues mas o menos te adaptas a la democracia de todos y ya está, porque disfrutar disfrutas, y kilómetro más o kilómetro menos lo importante es disfrutar cada paso.
Y sigas caminando ese día o no, y acorde a la hora que sea, pues un buen lugar para comer en Tineo es el bar restaurante Tineo, donde comerás bien, con calidad y en abundancia, vamos, lo que necesitas para las cuestecitas del Camino Primitivo, todas y cada una de las ya subidas y las que nos quedan por subir….
¡¡Buen Camino Siempre!!
