Somos o solo… ¿Es lo que dicen que somos?

    Vivir es arriesgarse, a veces hasta con osadía, fortaleza y pasión, fracasar una y otra vez sin quedarnos en los deseos y buenas intenciones, porque si vivir es el oficio de hacer la propia tarea, ésta requiere de atravesar esa línea muy delgada que es la más ancha de todas: la que divide la intención respecto del acto.  Hacer, sentir, vivir, ¿qué otra cosa es, si no, vivir? ¿Apuntar a perpetuidad lo que no es eterno ni siempre espera? ¿Anhelar sin intentarlo porque crees estará ahí para ti?

    ¿Qué somos ante la pertinente excusa de “mañana lo haré”? ¿Quizás la pereza de no querer hacer nada, la pereza del desaliento lamentando siempre lo no logrado por no haberlo intentado o tal vez la pereza de estar demasiado ocupados con lo absurdo, lo irrelevante, lo nimio, lo intrascendente, lo que no vale una puta mierda pero que nos sirve como excusa para escaparnos de lo que verdaderamente si es valioso…?

    Y al final te darás cuenta que realmente te dará igual ser eventualmente impopular, porque es hasta injusto preferir que alguien se sienta bien creyendo tiene razón antes que serlo tú haciendo que la verdad reluzca aunque con ello hagas ver a los demás que estaban equivocados. Esto es, saber que si nos empeñamos en ser nosotros mismos posiblemente a muchos ¡no les va a gustar! Pero el problema será siempre suyo y no nuestro.

     Vivir es un oficio ejercitado en la tarea de atrapar milagros que navegan por el aire, pero debemos esforzarnos para atraparlos, teniendo fortaleza ante la frustración si erramos habiéndolo intentado pero sabiendo que lo intentaremos de nuevo, prudencia que nunca nos debe faltar y moderar sabiamente ante la osadía y la valentía, así como que la audacia es darnos cuenta de que la mayoría de nuestros temores vienen en un frasquito cuya etiqueta dice simplemente “irrealidad” donde se acierta haciendo, no apuntando a perpetuidad.

     Ejercer el oficio de vivir precisa que practiquemos, como en la practica del Aikido, donde ejercitaremos destreza para caernos, inteligencia para golpearnos lo menos posible, dignidad para levantarnos y sabiduría para golpear antes de ser golpeados, pero ante todo siempre humildad, tanto si somos ganadores como ante el vencido…

   Ser es saber mirar en tu interior con el suficiente valor para dejar de escuchar el ruido de fuera y empezar a sentir el absoluto silencio del corazón y de tu alma…..

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