Quinta Etapa Camino Aragonés – Sangüesa a Monreal
SANGUESA-MONREAL 27 KILOMETROS

Tempranito, por la mañana. Me tomo un café preparado de esos que venden en los súper, ya sabéis, esos que pone “caffé latte” y que sabe a todo menos a café, pero algo es algo y así intentas engañar al estomago.
Caminamos por la calle Mayor y, antes de cruzar el puente sobre el río Aragón, que nos ha acompañado desde la primera etapa y que ahora sigue su camino para juntarse con el Ebro, me detengo a contemplar la iglesia de Santa María la Real, y en especial su pórtico, ya que estas horas son las mejores para hacerlo, lejos de gente pululando o turistas, como si a esta temprana hora disfrutara de un pase solo para mi, a esas horas donde nadie, salvo porque vaya al trabajo o vuelva de fiesta, camina todavía por la calle. A veces, en Santiago, cuando he llegado tras realizar algún Camino, de noche o de temprana mañana me he acercado a la plaza del Obradoiro, cuando está vacía, cuando no se oye el rumor de cientos de lugareños, turistas o peregrinos que durante el día la llenan, y todo se ve, se escucha y se siente de una manera especial, os lo puedo asegurar.

Y ahí me quede unos minutos, disfrutando del estupendo pórtico nacido entre el románico y el gótico, aunque toda la iglesia en sí es una mezcla de románico y gótico, ya que fue construida entre los siglos XII y XIV, y su estilo corresponde a la transición del románico al gótico, todo un lujo de contrastes entre estilos, ya que la simetría y el orden establecido en el arte románico, aquí se mezcla con el incipiente gótico, por lo que se crea en el mismo pórtico todo un paisaje entre el orden y el desorden dentro de un mismo lugar. Un maravilloso caos que se ofrece ante nuestros ojos.

Bueno, perdonad el rollo que he soltado, pero desde pequeño me gusta escudriñar en ese arte antiguo que tenemos a nuestro alrededor y que tantas veces pasa desapercibido. Nada, nada, sigamos caminando.
Salimos de la localidad tras cruzar el puente de estructura metálica sobre el río Aragón, cogemos por la derecha y recorremos unos quinientos metros por la carretera, hasta que lleguemos al desvío que se dirige a Rocaforte. En este punto tenéis la opción de ir por la variante de la Foz de Lumbier, si eso habéis decidido pues seguir la carretera sin tomar el desvío a Rocaforte. Eso si, recordad que debéis llevar frontales o linterna, pues hay algún túnel. Yo solo tomé esa variante una vez y nunca más la he tomado, no me gusta, pero eso ya es cuestión personal de cada cual.
Tomamos pues el desvío para Rocaforte, recordad, Rocaforte y no Rocadragón de Juego de Tronos. Tomamos un camino que nace junto al arcén derecho y que afronta la colina que subiremos en unos cinco minutos, pero que por su intensidad parece más larga.

A la entrada del lugar, una placa de estilo jacobeo señala las opciones hacia Rocaforte, que si elegimos permitirá visitar el lugar, y hacia el Alto de Aibar. Escogemos la que indica el Alto de Aibar, así que continuamos por la derecha y tomamos una pista que pasa junto a la fuente de San Francisco, donde hay mesas, bancos y lugares de barbacoa, así como un aviso de que el agua no es potable.


El lugar se llama así porque por este lugar pasó en peregrinación San Francisco de Asís camino de Santiago de Compostela, erigiéndose asimismo el Eremitorio o ermita de San Bartolomé, en la actualidad en proceso de restauración, ya que es justo recuperar este lugar por ser el primer monasterio o lugar de culto franciscano en la Península fundado por el propio santo. La peregrinación de San Francisco tuvo lugar entre mayo de 1213 y noviembre de 1215, y según apuntan la mayoría de los historiadores, San Francisco de Asís entró en España por el itinerario Somport-Jaca-Rocaforte, fundando a su paso varios lugares de culto y oración, siendo este de Rocaforte uno de ellos.
Y si San Francisco subió por estos lugares en sandalias, no vamos a ser menos nosotros que vamos en teoría mejor calzados, así que tras ello, seguiremos subiendo durante más de cinco kilómetros, sin pausa y sin fuertes desniveles, pero eso si, siempre en subida, odio las subidas jajajajajaja


Tras coronar el Alto de Aibar, que será por suerte el punto de más desnivel de la etapa, caminaremos por un sendero a media ladera de la sierra, a veces en mejor y otras en peor estado, hasta enlazar con otros senderos y caminos, a veces con bosque en algunos tramos, pasaremos bajo una carretera por un túnel, y seguiremos caminando por caminos con mejor y peor firme, a veces pedregoso, otros firme y hasta en ocasiones embarrado, pero sin ningún problema. Y hasta coronaremos el alto de Izco. Y así, tras cruzar un pinar y unas tres horas después de haber dejado atrás Rocaforte, seguiremos un camino que nos llevará hasta el pequeño pueblo de Izco. Recordad que entre Rocaforte e Izco hay 16 kilómetros sin nada en medio, así que precaución y procurar llevar agua y algo para comer.





Descendemos hacia Izco entre campos agrícolas. Si tenéis suerte igual pilláis abierto el pequeño bar del lugar. Yo no la tuve, así que lo atravesamos y seguimos por un camino con buen firme.

Nada más pasar Izco veremos a unos dos kilómetros el pequeño pueblo de Abinzano, el que pasaremos y tras una hora o así con algunas subidas y bajadas llegaremos a Salinas de Ibargoiti, otro pequeño pueblo sin servicios. En los últimos kilómetros de la etapa vemos delante la silueta piramidal de La Higa (1.295 m), coronada por una antena.



Desde Salinas hasta Monreal nos quedan apenas un par de kilómetros, que recorreremos por un camino cómodo y entre árboles


Monreal, es una localidad que ya era citada en el Codex Calixtinus como Mons Reellus. Cruzamos el puente de piedra sobre el río Elortz para entrar en el núcleo antiguo. El puente es una mezcla de románico y gótico, bastante bien conservado y muy bonito.


El Albergue de peregrinos de Monreal lo tenéis en la calle Santa Bárbara, a pie de Camino, aunque no os perderéis, ya que Monreal es un pueblo agradable pero pequeño.
DESPLAZÁNDOSE A PIE SE CAMBIA, LO QUERAMOS O NO. NOS TRANSFORMAMOS. LA SAPIENCIA POSTERIOR CONSISTE EN INTERPRETAR ESE CAMBIO Y USARLO COMO UNA BUENA HERRAMIENTA.
QUE SEAIS FELICES Y ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!
Buen Camino Fran, love little moments!
Exactamente, Mike, pequeños grandes momentos ¡Buen Camino siempre!
La transformación es continua Fran, toda la razón. Muchas gracias por compartir tu etapa y reflexiones, un abrazo.
Así será siempre para sobrevivir y evolucionar, transformarnos y adaptarnos una y otra vez. Gracias a ti, Miguel. Un abrazo ¡Buen Camino siempre!
Muchas gracias por compartir esta etapa Fran Lucas, cuídate mucho!
Gracias a ti, Graciela. También por tus deseos, así lo deseo para ti ¡Buen Camino siempre!
Paisajes maravillosos, todo un lujo poder vivir el Camino de esta manera! muchas gracias, buen camino.
Es lo que tiene nuestro Camino Aragonés, Ferrán, belleza y un poquito de dureza a ratillos. Gracias a ti ¡Buen Camino siempre!
Muchas gracias Fran Lucas por hacernos conocer un poquito más este Camino
Gracias a ti, California, se merece un poquito más de suerte este Camino ¡Buen Camino siempre!
Muchas gracias Fran Lucas por compartir el Camino Aragonés, descansa!!
Gracias a ti, Coral, y también por tu deseo. Descansar lo hago, lo intento al menos, pero mi media neurona ya está hablándome al oído de más Caminos ¡Buen Camino siempre!
Esos cafés son diuréticos, buenos no están jajaja
Llamar café a esas cosas ya sé que es un insulto al café, pero no tenía otra cosa a mano jajajaja ¡Buen Camino siempre, Abad!
Gracias por este Camino, Fran! lo quiero hacer a final de año, a ver si se puede
Gracias a ti, Alex. Y excelente idea si te animas a caminarlo, mis mejores deseos para ello, no te arrepentirás, pero la bajada desde Somport no la dejes para muy finales de año, que nieva siempre ¡Buen Camino siempre!
Gran reflexión, me ha gustado mucho.
Gracias por ello, Lauren ¡Buen Camino siempre!
Gracias por compartir el Camino Aragonés, me ha gustado mucho!
Gracias, Iván. Si te ha gustado, gracias a ti porque así haya sido ¡Buen Camino siempre!