Os deseo un buen fin de año

Y claro que si, ciñéndonos al retórico, continuo y repetido bla bla bla de siempre al final de todos los años, que aunque no me creáis es un invento moderno, antes pasábamos de todo ello porque sabíamos eran tan solo palabras que daba igual las dijeras al principio que al final del año, lo importante es que durante todo el año pienses así, no únicamente durante los días que dura la Navidad y luego nada, pero aún así soy el primero en desear lo mejor igualmente ¿a que queda bonito decirlas, desearlas y si hay suertecilla que se cumplan…?

Pues eso, que para qué vamos a hablar de decepciones, si para eso ya tenemos a los políticos, que son verdaderos artistas de ello, así que pasando, y no me gusta hablar de decepciones, prefiero hacerlo de realidades, ser consecuentes y con ello un poquito felices y hasta de trabajarnos esas oportunidades de mejorar. Esa es mi actitud en la vida, y no lo siento, y ello no significa que no me importe perder, pero si que no veo la decepción con profundidad, ya que tengo domesticado a mi exigencia, mi ego y lo superficial, y si os habéis dado cuenta he utilizado el determinante posesivo “mi”, el mío, y no el determinante demostrativo “el” para no referirme al de nadie, porque el ego o la soberbia de los demás, al no afectarme, me importa sencillamente un carajo, vivo mi vida con humildad y dejo que los demás vivan la suya.

Si recurrimos a la humildad y la gratitud realista y verdadera siempre encontraremos verdad y esperanza en cada fracaso, sincera verdad para mejorar aquello en lo que creíamos éramos buenos y esperanza para volver a intentarlo porque seguimos creyéndolo, aunque volvamos a caer. Aunque pueda sonar extraño, no hay que dejar a un lado el a veces fracasar una, varias o tantas veces, porque ello te permite aprender una gran parte de la vida real, no la irreal vida a la que todos en alguna parte de su vida, o todavía están en ello, creemos que debe ser la vida que nunca va a existir salvo en nuestra bendita imaginación. Que si, que difícil es creer, pero solo intento ser consecuente con lo que tengo, ser feliz con quien quiero o me puede querer por ser yo o ellos sean ellos, y por nada más, y claro que sueño, claro que me gustaría tener un BMW serie 6, pero soy inmensamente feliz de conducir mi Opel Corsa, y quien no se lo crea no es mi problema, porque soy FELIZ con los que tengo, no INFELIZ por no tener lo que no tengo.

Creo que la verdadera satisfacción está en vencer eso que llaman ego, vencer nuestros miedos, retar a nuestras inseguridades, creer en nosotros mismos aunque nadie más pueda creer en ello. No se trata de ganar una competición para demostrar que somos mejores que el resto si no de demostrarnos que somos un poco mejores que ayer, pero con nosotros mismos, sin compararnos con nadie, porque solo así podemos fracasar una, cien o mil veces, no importa,  mientras no renunciemos a intentarlo de nuevo sabiendo que hemos dado lo mejor de nosotros mismos, y quizás la próxima vez podré hacerlo con el mismo entusiasmo. 

    Pues eso, que me enrollo, si es que joer, si me dan cuerda parece esto el discurso de Navidad del rey, y yo solo quería daros de corazón las gracias a todas las personas, conocidos, compañeros, amigos y seres queridos que haberes estado ahí, pero más que por eso por SER, porque esa palabra es casi casi mejor que la de estar, porque al ser somos quienes somos y quizás hasta vemos todo con más claridad, con más calma, con una belleza que no existe si no sabemos que caminamos con seres humanos que siguen caminando al igual que tú.

    Así que ya sabéis, terminad con ganas este jodio año, que será igual o peor que el pasado o el que dejaremos en breve, unos días triste, otros días con ganas de comerte el mundo, unos días sin ganas de salir de la cama, otros en los que a tu reloj le faltaban horas… Así ha sido 2022, un año en el que también aprendiste a gestionar tus emociones y sigues aquí  ¡pero qué más da! lo que importa es el sentimiento, no lo demás. Abramos nuestros ojos, nuestras manos y nuestra mente para recibir este nuevo año que llega, un nuevo tiempo donde volvemos a tener esa oportunidad de detenernos, mirar, actuar y caminar hacia lo que deseamos en verdad, alcanzar quizás esa posibilidad de comprender y seguir acariciando el secreto del vivir agradecidos por aquello que amamos, antes de que un día nos demos cuenta que ya a nuestro lado no lo tenemos ¡así que respira, sonríe, vive…! Y que en este 2023 puedas experimentar la felicidad que brota del vivir agradecidos. Te deseo lo mejor  y que alguna de las cosas que sueñes o deseas se cumpla. Hasta pronto.

 ¡Feliz Año Nuevo para ti y para todos tus seres queridos! UN GRAN ABRAZO y ya sabéis, que tengáis un Buen Camino Siempre…

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