OCTAVA ETAPA CAMINO PRIMITIVO – A Fonsagrada a O Cádavo

A FONSAGRADA – O CÁDAVO   25 kilómetros

Esta es la primera etapa totalmente caminada por tierras  gallegas, tras haber dejado atrás Asturias en lo alto del Acebo el día anterior. Es algo durilla pero sin exagerar, más que nada por los continuos desniveles, pero en cierta manera es bonita, lo es, y la misma transcurre básicamente por pistas de tierra, siguiendo el eje de la carretera LU-530, con desniveles continuos, todo un festival de toboganes de todos los tamaños, aunque en general bastante moderados, salvo un par de ellos, y por supuesto la excepción de la increíble cuesta del Sapo para llegar a A Lastra, ya que en sólo un kilómetro pasamos de los 675 a los 820 metros de altitud.

SUBIENDO A MONTOUTO

Así que allá vamos, y como de moral estamos pletóricos, tras desayunar en un bar, fuimos dejando atrás Fonsagrada, San Xoán de O Padrón, alguna aldea más y una sucesión de pistas, caminos y arroyos  que a través de prados, pinares y algunos tramos junto a la carretera, dejando atrás Vilardongo y Pedrafitelas,  nos llevaron hasta las primeras rampas de subida a Montouto, una ascensión progresiva y tranquila que nos llevaran hasta los 1.100 metros de altitud y junto a las ruinas del Real Hospital de Santiago de Montouto, de mediados del siglo XIV, donde sobrevive, lógicamente reconstruida, una de las dos ermitas que había antiguamente en el lugar. Y si no te despistas, junto a la ermita, en campo abierto, podrás contemplar las grandes piedras del dolmen neolítico conocido como Pedras Dereitas.

RUINAS ANTIGUO HOSPITAL DE MONTOUTO
DOLMEN «PEDRAS DEREITAS»
ERMITA EN MONTOUTO

Por esta zona alta, antes de iniciar el descenso, dispondremos de buenas vistas de paisajes para disfrutar y echar alguna fotillo. Así que una vez has hecho las fotos y has bebido agua, nos vamos para abajo en un pronunciado descenso donde debes tener precaución con los resbalones si está lloviendo.

BAJADITA DESDE MONTOUTO

   Llegaremos y atravesaremos un bosque que nos llevará hasta la carretera y la aldea de Paradavella, la cual cruzaremos.

PARADAVELLA

Continuando luego una sucesión de toboganes que ya casi no nos dejaran hasta el final de la etapa, mezclándose tramos de firmes en buen estado con sendas húmedas y embarradas. Pero nosotros seguimos firmes y fuertes, nos sentimos bien, los paisajes son bonitos y estamos pensando en la Estrella que nos espera seguramente en algún lugar, vete a saber donde, pero nos espera. De momento, hasta encontrarla, seguiremos caminando este nuevo tramo de cuestas, toboganes y de cursos de agua qué, en esta ocasión, discurren por una preciosa senda, a veces pedregosa, otras tapizada de hojas y lo más embarrada.

Tras dejar atrás las aldeas de A Calzada y A Degolada, seguiremos por una zona arbolada donde corren varios arroyos entre los eternos toboganes, hasta que sin darnos cuenta y sin preaviso nos topamos con la Cuesta del Sapo. ¡Que cuesta!, he subido cuestas horrorosas en mi vida, pero esta, cuando la descubres, es insuperable por su desnivel y longitud, y es que no la subes, la “trepas” con la lengua fuera (de ahí lo del nombre de sapo) porque tienes que remontar pendientes cercanas al 20%, por lo que se nos hace interminable. Esta cuesta es, posiblemente, la más fuerte de todo el Camino Primitivo.

«ESCALANDO» LA CUESTA DEL SAPO

¿Y que sería de nosotros tras subir la cuesta del Sapo sin ese pequeño bar al final de la misma…? Si, nada más terminar de “escalar” la cuestecita, aparece unos metros más adelante un cartel que pone “Bar Xestoso”, y hacia allá que vas como un sediento en el desierto, como si de mágico oasis se tratara, más aún cuando prácticamente será casi, solo casi, el único bar que veas abierto en toda la etapa, como fue nuestro caso.

Y tras repostar en el bar, tómatelo con tranquilidad, ya que si no has tenido bastante con la cuesta del Sapo, poco después de A Lastra te enfrentas a otra pista muy empinada, si ya da igual, a estas alturas del Camino Primitivo las rampas empinadas forman parte de la rutina diaria. Así que poco a poco vas ascendiendo hasta llegar al alto de Fontaneira, donde entre pinares y ahora ya en llano y ligero descenso pasas por la aldea del mismo nombre.

FONTANEIRA

Luego alternas entre sendas, la carretera LU-530 y un último pero largo camino polvoriento de grava con alguna subida, atraviesas el sitio llamado Campo de la Matanza, donde la leyenda sitúa una batalla que  Alfonso II el Casto libró de forma victoriosa contra los musulmanes en el año 813.

CAMPO DE LA MATANZA

Y poco después, en un giro del camino, al igual que lo hace el pueblo de Hontanas en el Camino Francés, la localidad de Cadavo aparece casi de repente ante nuestros ojos. Y ahí finalizamos la etapa.

LLEGANDO A CADAVO
  • Y ya sabes, no lo olvides nunca, haz de tu felicidad un hábito, porque solo tú escribes el libro de tu vida.

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