NO SOÑARLO, SINO HACERLO…

Y queriéndolo o sin querer, a veces olvidamos que muchas de las cosas que nos suceden son consecuencia de nuestros propios errores o, simple y sencillamente, una muestra de que vivimos en un mundo tan previsiblemente imprevisible como adecuado e imperfecto.

   Y por ello, nunca olvides, aunque casi sería mejor que todos lo olvidáramos,  que todo lo que es verdadero, tanto lo honorable como lo malo, lo justo como lo injusto, todo lo puro y lo que no lo es tanto pero somos incapaces de discernir, quizás jugando a ser amables egoístas, nos hace todavía soñar que si virtud alguna podemos ver, sentir o tocar con nuestras manos, es algo que todavía merece que creamos en ello, para bien o para mal…

   Y así, mi mente tras meditar, me dijo “eres tú mismo, en esto debes pensar..”. Y quizás porque si lo hubiera hecho no me habría decidido, me marché sin pensar a caminar el Camino primitivo.

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