Lo demás sobra…

Esperas, quizás el amanecer, para renovar un jardín casi a oscuras, con el sonido de unos pasos que comienzas a dibujar en un bello lugar, tal vez para poder plantar raíces de nuevo y oír renovado por fin el milagro cierto de un nuevo día, donde detienes tu caminar, miras el paisaje, aspiras el aire, sonríes y aunque sabes te quedan casi 30 kilómetros por delante, no te importa, estás en el Camino de Santiago, lo demás sobra…

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