HACIA EL CAMINO PRIMITIVO

      “Respeta el camino, pero no tengas miedo de caminarlo…”

   Claro que si, sin miedo siempre, tan solo sentir que puedes hasta que realmente no puedas, pero nunca antes de seguir confiando en ti y seguir siendo lo que deseas y desear lo qué sientes un día más, porque nada será nunca locura, sueño y deseo si antes no lo vives para saberlo, y para avanzar y llegar a un objetivo todo se basa en dar el paso siguiente, aunque tropieces, porque todo es levantarte y poner un pie delante de otro… así que resetee el cerebro y para el Camino Primitivo que nos fuimos.

Y bueno, antes de citar mis pasos, pues un poco de historia de este Camino que recorre gran parte de la cordillera asturiana y, en verdad, no es un camino de rosas, pero tampoco el infierno que muchos pintan, aunque a veces llegues a pensar si en ese Camino hay algún tramo llano…

Se conoce con el nombre de Camino Primitivo al Camino de Santiago que tiene su origen en Oviedo y enlaza con el Camino Francés en Melide. El nombre «Primitivo» se debe a que históricamente éste es el primer camino del cual se tienen referencias históricas, donde el rey Alfonso II “el Casto” en compañía de su séquito salieron de Oviedo, en el siglo IX, para visitar la tumba del Apóstol Santiago, descubierta hacía pocos años por el eremita Paio o Pelayo, avalando dicho descubrimiento Teodomiro, obispo de Iria Flavia, en el lugar que sería conocido como “Campus Stellae” (campo de estrellas), que daría lugar al nombre de Compostela.

   Al parecer, y según el itinerario documentado de aquella primera peregrinación, el trazado del mismo y el actual son bastante coincidentes en su recorrido, y tras culminar aquella considerada la primera peregrinación jacobea, el rey ordenó alzar sobre la tumba del apóstol una pequeña basílica de piedra y arcilla, que con el tiempo ha dado lugar a la bella catedral que podemos contemplar hoy.

Una de las principales características de este Camino, en comparación con las otras rutas jacobeas hacia Santiago, es en parte la dureza del recorrido, quizás el trazado más exigente después del Camino Vadiniense o Ruta Jacobea por Liébana, que enlaza el Camino del Norte con el Camino Francés a través de los Picos de Europa.     Pero vamos, ambas rutas son muy buenas para vivirlas, y el Primitivo compensa a ello la belleza del entorno y del paisaje, en su mayor parte tramo asturiano, ya que cruzaremos continuamente bosques, ríos, arroyos, prados de pastoreo, valles, colinas, montañas, aldeas… A la vez que deberemos ajustarnos a un menor número de aldeas, pueblos y ciudades que en la ruta del Camino Francés, lo que lleva consigo un reducido y limitado número de servicios en las etapas del recorrido, por lo que no podemos ser tan flexibles ni escoger con tanta facilidad variaciones de alojamiento, descanso y comidas en el itinerario, pero es y será el Camino de la tranquilidad, del esfuerzo, de los pequeños albergues,  y donde nuestros pasos parecerán empapados de cierta lentitud por la propia exigencia del terreno.

Aparte de ello, el clima en el Camino Primitivo también es peculiar, encontrándonos días con fuertes, medianas y pequeñas lluvias, porque llover te va a llover si o si. Un clima que cambia en minutos, tormentas, niebla bastante densa y a veces persistente, a lo que deberemos sumar la orografía vertical, ya que cruzaremos las montañas de Cantabria de Oviedo a Lugo, con sus constantes y continuas subidas y bajadas a través de senderos llenos de agua y barro en muchos de sus tramos.

    Pero aun así, aunque el Camino Primitivo sea una de las rutas más difíciles, debemos ver el lado positivo en que realmente estaremos en plena naturaleza, ya que apenas hay contacto –salvo alguna excepción- con carreteras de elevado tráfico, y nuestro recorrido estará marcado por zonas rurales y de montaña con inolvidables vistas y experiencias que por siempre quedaran grabadas en nuestra mente y alma, porque en ocasiones escuchas el silencio cuando vas caminando.

En teoría, las etapas del Camino Primitivo, que suman unos 322 kilómetros, aunque puedes modificarlas lógicamente, tal vez no con la misma facilidad que en otras rutas debido a la escasez de servicios, son las siguientes:

 1. Oviedo-Grado (27Km)

 2. Grado-Salas (23,5Km)

 3. Salas-Tineo (20,2Km)

 4. Tineo-Borres (16 Km)

 5. Borres-Berducedo (24,5 Km)

 6. Berducedo-Grandas de Salime (21Km)

 7. Grandas de Salime-A Fonsagrada (28 Km)

 8. A Fonsagrada-Cadavo Baleira (24,4Km)

 9. Cadavo Baleira-Lugo (30,5Km)

 10. Lugo-Ferreira ( 27 Km)

 11. Ferreira-Arzúa (34 Km)

 12. Arzúa-Santiago (37 Km)

En Melide (etapa Ferreira-Arzúa) el Camino Primitivo se une con el Francés, así que en este punto en teoría continuamos por el Camino de Santiago Francés, aunque para mi siempre es el Camino, sin más, aunque lógicamente para situarlos también utilizo el “apellido” correspondiente: Francés, Primitivo, Inglés, Portugués, Sanabrés, etc.… Pero eso si, vengas por el Francés o por el Primitivo, llegas a Melide y ya sabes lo que ahí te toca, ese “rico pulpo”.

    Vuelvo a recalcar que las etapas, aunque hay más dificultad para modificarlas, pueden hacerse siempre como quieras, haciendo si ello es posible menos o más kilómetros, lo que siempre suelo hacer, evitando regirme por los marcados inicios y finales de etapa.

   Por supuesto, y si no te apetece, no quieres, ya lo has hecho o las condiciones climatologicas son adversas, en vez de tomar la ruta de Hospitales (Borres-Berducedo) puedes optar por la variante de Pola de Allande, donde evitarías la subida de Hospitales, pero te tocaría subir el puerto del Palo, que créeme, tiene telita en algunos tramos la subidita, pero sigue siendo fantástica.

   También hay un punto que merece citarse, aunque es algo que enseguida captas cuando caminas, es recordar que en Asturias el sentido indicativo de las vieiras (conchas) seguimos la vieira en el sentido en que ésta se cierra, lo que cambia al entrar en Galicia, donde la dirección cambia y debemos seguir la vieira en el sentido en que ésta se abre, o sea, justo al revés. Pero vamos, no pasa nada, normalmente hay flechas junto a las conchas, y lo que realmente hay que seguir son esas flechas amarillas, como si fuéramos Alicia en el País de las Maravillas caminando sobre el sendero de baldosas amarillas…

SENTIDO DE LA CONCHA EN ASTURIAS
SENTIDO DE LA CONCHA EN GALICIA

Pero bueno, siempre una sonrisa en los labios y hacia adelante. Así que en la siguiente nos vamos de Oviedo a Grado, 27 kilómetros en donde si es la primera vez, todavía no descubriremos donde “nos hemos metido” jajajajajajajaja

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