Camino Francés – Villafranca Montes de Oca a Burgos

Salimos del albergue y miramos al cielo. Esta tranquilo, apacible, la temperatura es agradable, hoy será un buen día donde reinará el sol. Pero mientras dejamos que salga el astro rey, que aún le queda un poquito para hacerlo, así que iremos a afrontar la subida a los Montes de Oca, esos montes que gracias al Codex Calixtinus y al boca a boca, es bien conocido, ya que atravesar en la Edad Media los Montes de Oca no tenía nada seguro ni agradable, puesto que era un lugar muy temido por los peregrinos y viajeros, debido a la cantidad de ladrones y salteadores que se escondían en los densos bosques esperando el momento de que pasara algún peregrino solitario o quien fuera para robarle lo que llevaba encima, y si se terciaba pues probablemente también matarle.

Hoy los chorizos los tenemos en otro sitio, así que a caminar tranquilos. Los primeros kilómetros de subida tienen una pendiente regular, vamos, una fuerte subidilla, pero vamos transitando por un hermoso bosque con múltiples variedades de arbolado y con una buena pista que pisar, un lugar perfecto para escuchar los sonidos de la naturaleza y disfrutar contigo mismo de partes tan agradables del Camino como esta.

La senda, en poco más de un kilómetro nos lleva hasta la pequeña área de descanso de la fuente de Mojapán y un mirador hacia la sierra de la Demanda.

FUENTE MOJAPAN

A partir de aquí el camino tiende a suavizarse y aflojarse, y en nada llegaremos a un monumento por los caídos en la Guerra Civil, ante el cual simplemente pedir siempre paz, paz y paz. Y en nada llegamos a la famosa zona conocida como «el tobogán»  que tanto nos gusta a los peregrinos, que consiste sin más en una no muy fuerte bajada seguida de la correspondiente subida, un encanto de punto que siempre recordamos.

EL «TOBOGAN»

Tras alcanzar el alto, caminaremos ahora bien panchos y tranquilitos por una ancha pista forestal, bastante llana, con pinos y más pinos junto con robles a ambos lados, una tranquila gozada, hasta que vemos San Juan de Ortega al fondo, hacia donde nos dirigiremos  por una larga y suave bajada.

SAN JUAN DE ORTEGA AL FONDO

El monasterio de San Juan de Ortega es un conjunto religioso que consta de la iglesia de San Juan de Ortega y la capilla de San Nicolás de Bari o Capilla del Santo, junto con el Claustro de los Jerónimos y Refugio de Peregrinos. Su construcción fue larga y pausada, ya que comenzaría con estilo románico en el siglo XII -periodo del que hay que destacar sus capiteles románicos-, alargándose en diferentes etapas hasta el siglo XV, que culminaría dando protagonismo en el templo el estilo gótico tardío.

MONASTERIO DE SAN JUAN DE ORTEGA

Pero lo más interesantemente curioso de este monasterio y  peculiar centro jacobeo es el fenómeno luminoso que todos los años y sobre las cinco de la tarde, en los equinoccios del 21 de marzo y el 22 de septiembre, recibe el nombre del “milagro de la luz”. A esa hora y esos días, un haz de luz que entra por una ventana del coro alcanza a un único capitel de la iglesia, el de la Anunciación, un capitel doble, con la Virgen en uno y el ángel San Gabriel en el otro. La luz ilumina la cara y vientre de la Virgen, que sonríe y está con las manos juntas. El haz de luz continúa luego su recorrido por el capitel para iluminar la escena del Nacimiento de Jesús.

MOMENTO EN EL QUE EL HAZ DE LUZ, EN EL EQUINOCCIO, ILUMINA EL CAPITEL

La interpretación que le dan a este fenómeno, aparte que quienes quieran ver algo sobrenatural, es que el Espíritu Santo, en forma de luz, ilumina el vientre de la Virgen María, para transmitir la idea de fecundidad y de vida. Por supuesto, el maestro artista que realizó los detalles para que eso sucediera hizo un más que excelente y buen trabajo verdaderamente mágico.

Tras salir de San Juan, continuamos por una pista de tierra a través de un bosque de pinos. Más adelante vamos descendiendo hasta Agés…

…y así seguimos caminando hacia Atapuerca, distante unos dos kilómetros, donde repostamos un trocito de tortilla para reponer fuerzas.

A la salida del pueblo cogemos a la izquierda para tomar una pista e iniciar el ascenso por la Sierra de Atapuerca. La subida no es larga, pero la pista es a ratos puñetera y pedregosa, sin problemas,  y por ella llegaremos hasta el alto, donde encontramos una enorme cruz de madera. Desde aquí contemplamos todo el valle del río Pico, y si el día está claro y despejado, a lo lejos la ciudad de Burgos ¡Burgos, pon a enfriar las cervezas, que vamos!

Seguimos e iniciamos el descenso, dejando después a mano izquierda Villalval, pasaremos por Cardeñuela Riopico, donde tienen bar y podéis tomar algo si queréis, continuando después hasta Orbaneja Riopico y un poco más adelante continuamos por la carretera, pasamos sobre la autovia y enseguida encontramos una señalización que nos indica que tenemos dos opciones para entrar en Burgos, una que índica de frente y avanza hacia Villafría y la que se desvía a la izquierda y se dirige por Castañares. La primera, por Villafría, es la tradicional, aunque digámoslo más fea, a través de cuatro kilómetros de polígonos industriales y demás, es decir, una larga travesía por un corredor industrial. La otra opción es por Castañares, y no es el camino oficial, pero evitamos la zona de polígonos, aparte de que el camino ha sido  acondicionado y caminamos junto al río, que mantenemos a nuestra derecha, hasta la puerta  misma del casco antiguo de Burgos. Esa ya es vuestra elección, yo os diré que elegí esta segunda opción, junto al río, ya que la otra la conozco más que de sobra de haber pasado varias veces, pero seguramente la próxima vez que llegue aquí me iré por Villafría, aunque vete a saber.

Si pilláis la de Villafría ya os digo, polígonos, urbanizaciones y eso si, algún bar si quieres tomar algo, pero como yo he pillado por la del río pues os diré que pillamos una pista de tierra y caminamos luego junto a la valla del aeropuerto hasta llegar a Castañares, al pie de la carretera N-120.

CAMINANDO JUNTO A LA VALLA DEL AEROPUERTO
CASTAÑARES

Desde Castañares, seguimos caminando por el paseo fluvial del río Arlanzón y llegaremos  junto a la playa que llaman Fuente del Prior, y de ahí  practica y tranquilamente en menos de una hora llegaremos hasta el mismo centro de Burgos, hasta el puente de San Pablo o del Cid, el que cruzaremos para acceder a la plaza de El Cid, donde se encuentra su escultura ecuestre.

PASEO FLUVIAL RIO ARLANZON
PLAYA FLUVIAL FUENTE DEL PRIOR

Pasada la estatua tomamos el paseo del Espolón y ya estamos prácticamente en la plaza de la Catedral. 

El Camino de Santiago esconde muchas e incalculables joyas de índole natural, patrimonial y artístico. También alberga enclaves de ensueño, remansos de paz que invitan a realizar paradas que, en ocasiones, se alargan un poquito más ante el confort que brindan algunos lugares, por eso llegados a Burgos, nos quedaremos sábado y domingo, y el lunes ya seguiremos haciendo el Camino, pero hasta entonces os librais de mi. ¡A por esas cervezas que dije pusieran a enfriar!!

QUE TENGAIS BUEN DIA, MEJOR NOCHE Y NOS VEMOS EL LUNES ¡QUE SEAIS FELICES! ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!

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