EL PEREGRINO FANTASMA NO QUISO VENIRSE DE TAPAS

    Santiago de Compostela es, aparte de bella, una ciudad llena de historias más o menos fantásticas, muchas leyendas acorde a la magia que posee, ganada durante siglos por ser el destino de todos los pasos de quienes inician el Camino de Santiago. Habla una de las leyendas que es un alma que acompaña al peregrino durante toda la peregrinación, animándole a seguir y dar fuerzas a medida que se endurece el Camino. El peregrino siente la presencia de esta sombra pero no se encuentra con ella hasta que termina el Camino y visita la plaza de la Quintana, donde descansa el alma de la sombra.

    Otra es la que habla que oculta en un rincón de la Plaza de la Quintana, bajo la Torre del Reloj y junto a la Puerta Real, aparece, cada noche, la Sombra del Peregrino, la silueta de un caminante medieval, con su sombrero y su bordón. La sombra se hace real, la podemos ver  y se encuentra cara a cara con nosotros, eso si, esta sombra aparece por la noche, sólo cuando se encienden las luces de la Plaza de la Quintana, esta zona conocida también como Quintana de los Muertos.

     La leyenda también cuenta que el origen de ese fantasma o sombra del peregrino es la historia de un amor imposible, cuando un sacerdote se enamoró de una de las monjas de clausura del convento de San Pelayo y, para verse, deberían hacerlo a escondidas. Cada noche este cura se colaba en el convento a través de un pasadizo secreto que, según cuenta la leyenda -¿o quizás no tan leyenda?- existe bajo las escaleras de la plaza de la Quintana. La pareja decidió escaparse para poder vivir libremente su amor, y se citaron una noche en la plaza. El cura apareció vestido de peregrino, para no llamar la atención. Esperó toda la noche pero su amada no apareció… y así cada noche vuelve al lugar de encuentro esperando que ella acuda.

   Dejando aparte la leyenda, cabe mencionar que esta sombra no se trata nada más que de un efecto que provoca la luz que alumbra la Quintana por la noche, incidiendo sobre un pilar de piedra. Este pilar, situado al lado de la Puerta Real, sirve como embellecedor de la toma de tierra y del cableado del pararrayos de la Catedral, y ha servido, además, de fuente de inspiración para todas estas leyendas. Pero aún así, quedémonos con la leyenda, es más mágica que la otra versión del famoso fantasma de la plaza, y la que cuenta que a un tal Leonard de Revenant, se le impuso la penitencia de peregrinar a la ciudad compostelana y pedirle perdón al Apóstol Santiago por sus actos, pero durante el recorrido cometió otros delitos, aunque arrepentido decidió pasar la noche al lado de la catedral, en la plaza de Quintana, para que al llegar la mañana fuese el primero en entrar en el lugar santo y pudiese pedir así perdón por sus pecados. Durante la noche, dicen se le apareció el fantasma de su padre recriminándole sus actos, por lo que arrepentido se quitó la vida, aunque su alma fue condenada a quedar en el lugar hasta que pasen las almas de sus victimas y le perdonen por lo que hizo.

     Otra de las versiones habla de que es el alma de un peregrino enterrado en el viejo cementerio, dado que  el antiguo camposanto de Santiago estaba aquí, en la Plaza de la Quintana, en el lugar llamado Quintana de los Muertos, al pie de la Torre Berenguela, la del reloj.

PLAZA DE LA QUINTANA DE DIA, AL FONDO, JUNTO AL PARARRAYOS SE APARECE DE NOCHE EL PEREGRINO FANTASMA

    Se dice también que es la sombra de Jean Buttadeu, el judío errante, que hizo el Camino en 1267 y al llegar a Compostela y entrar en la catedral simplemente desapareció.

    La «Sombra del Peregrino», quizás la leyenda con más eco de las que conservan en Compostela, convertida en los últimos años en una de las imágenes más icónicas y fotografiadas de la capital gallega. Espero que perdure y que nunca quiten esa toma de tierra del pararrayos, aunque si lo quitan, vete a saber, igual la sombra seguía ahí presente cada noche esperando su destino…

    Y bueno, mientras esperamos nuestro destino, y aunque no quiso venir ya que le dijimos al peregrino fantasma si quería venirse con nosotros  pues aprovechas y tapeando un poquito cenas y pasas un buen ratico, que Santiago es excelente para ello y es lo que te llevas de este mundo, esos pequeños momentos de felicidad que espero y deseo siempre sean siempre muchos en vuestra vida.

CUIDAROS MUCHO, SONREIR Y ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!

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14 comentarios

    1. Invitar le invitamos, Gonzalo, pero dice que le gusta ese lugar y no quiere marcharse. La próxima vez le llevo una Estrella ¡Buen Camino Siempre!

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