DECIMO PRIMERA ETAPA CAMINO PRIMITIVO – Ferreira a Arzua

FERREIRA-ARZUA   35 KILOMETROS

Hoy la etapa es tranquila, aunque se hace “larga” por la parada “técnica” en Melide, no por la distancia en si, ya que salvo eso transcurre por una Galicia rural que si vas con espíritu tranquilo nada que temer, aunque al principio de la etapa y los últimos siete kilómetros hasta Melide son prácticamente por asfalto, aparte de otros tramos aquí y allí.

Salimos de Casa da Ponte después de desayunar, y por la carretera, dejamos atrás Ferreira, O Carballal  y algún otro lugar, pasando más tarde por Leboreira y otras pequeñas aldeas entre camino, asfalto, algún pequeño bosque, pequeñas subidas y las consiguientes bajadas, hasta llegar a As Seixas, donde hay un albergue a escasos metros del Camino, para luego ir ascendiendo por pista forestal hasta Casacamiño y Hospital, superar cómodamente la sierra de Careón, que divide en este punto las provincias de Lugo y de A Coruña, entrando en la demarcación de Melide mientras bajamos las cómodas estribaciones de la sierra.

Pasamos varias aldeas más y nos encontramos abierto en Toques el bar Carburo, donde hacemos una parada para tomar algo. En ese bar con excelente jardín volvimos a encontrarnos con varios de los peregrinos extremeños que realizan el Camino apoyados por logística de bus y demás, departiendo con ellos en agradable armonía.

Después, una vez repostados, la carretera nos lleva a cruzar el río Furelos, afluente del Ulla, para luego pasar las aldeas de Curutelo, Compostela y Zaramil para cruzar el río Mera, llegar a la aldea O Ribeiro y ahí empalmar con la carretera que nos llevará en larga recta hasta Melide.

     ¿Y que hay en Melide? Claro que si, un buen pulpo. Tras un corto debate en el que yo defendí la opción Garnacha, me gusta más, mis compañeros defendieron en mayoría la de Ezequiel, así que sin discusión alguna nos fuimos para la pulpería a disfrutar un poco de lo bueno, todo regado con un buen vino.

EN PULPERIA EZEQUIEL

Y claro ¡ayyy amigo! Lo que cuesta arrancar tras ponerte tibio de cositas buenas, pero no quedaba otra, así que tras unos chupitos de orujo nos encaminamos al continuo sube y baja que hay hasta Arzua, pasando por la icónica  Capilla de San Roque, que como todos sabemos es la imagen del billete de diez euros, y que fue reconstruida en 1949 a partir de otras iglesias medievales demolidas.

CAPILLA DE SAN ROOUE

Y tras Melide pues una sucesión de toboganes, fuertes subidas, atravesar el paso empedrado del río Catasol, afluente del Furelos, donde seguramente todos tenemos alguna foto. Así que sube, baja, y repite una vez más para bajar el pulpo y todo lo demás, pero así es el Camino, no pasa nada, por lo que tras una subida y su correspondiente bajada llegaremos a Ribadiso, con un buen albergue para pasar la noche si realmente te quieres quedar ahí. Entramos en Ribadiso por un puente sobre el río Iso, a orillas del cual se encuentra el mencionado albergue, con escaleras directas al río y una zona de descanso.

RIBADISO

Y si no te quedas en el albergue pues quedan unos tres kilómetros de volver a subir cuestecitas, llegando así a la carretera, desde la cual daremos un absurdo rodeo dejando a nuestro lado la N-547 para llegar, por una odiosa cuesta que discurre por una vía de servicio paralela a la carretera (hay un pequeño atajo al final de la primera cuesta tras pasar Ribadiso atravesando la carretera nacional) hasta la localidad de Arzua, y una vez aquí, que cada uno busque su alojamiento o siga recto el Camino. Nosotros, por nuestra parte y después de 35 kilómetros nos alojamos en el albergue Vía Láctea.

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