Cuarta Etapa Camino Aragonés – Ruesta a Sangüesa

RUESTA-SANGUESA   22 KILOMETROS

Aún no ha amanecido, tardará en hacerlo unos minutos, pero no puedo dormir más, hace rato que estoy despierto y con todo preparado, así que tras las ultimas comprobaciones salgo del albergue de Ruesta y tomo la bajada del pedregoso camino  hasta la orilla del pantano en su confluencia con el río Regal. Prácticamente es todo verde desde Ruesta hasta llegar arriba a la cima de Peña Musera, no un verde tan vivo como el que te encuentras cuando bajas de Somport, es un verde más apagado, quizás sea por el tipo de arbolado y vegetación, no lo sé, pero no es el mismo verde. Pero bueno, es verde y que permanezca con suerte así, verde, muy verde, verde de vida, lejos de todos esos incendios que asolan la geografía española.

RUESTA VISTA DESDE ABAJO, POCO ANTES DE AMANECER

Cruzamos el río, poco agua lleva desde luego, ninguna más bien, por una pasarela de madera con algunos desperfectos, y pronto llegaremos a la ermita de Santiago, que la dejamos a mano izquierda mientras iniciamos poco a poco la subida por una pista forestal entre pinos, casi todos de repoblación, y alguna otra especie. Subiremos casi 400 metros en apenas 6 kilómetros desde Ruesta, una larga subida que al menos, si te la tomas con tranquilidad y paciencia, no llega a hacerse pesada, pero si bastante monótona.

PUENTE SOBRE EL RIO REGAL
ERMITA DE SANTIAGO
SUBIENDO PEÑA MUSERA

Tras unos kilómetros de subida, y poco antes de llegar a la cima podremos tener unas vistas sobre el embalse de Yesa

EMBALSE DE YESA VISTO DESDE PEÑA MUSERA

y en un estirón más llegaremos finalmente al Collado de Peña Musera, final de la subida, donde nos encontraremos con una pista que habremos de coger durante unos metros a la izquierda para luego dejarla desviándonos a la derecha. Entonces, después de tanta subida comenzamos la bajada por un terreno polvoriento y pedregoso entre campos de cereal. Parece como si los árboles y matorrales verdes los hubiéramos dejado todos atrás al coronar la Peña.

TERMINANDO LA SUBIDA

Al fondo podemos divisar ya el pueblo de Undués de Lerda, que aunque ahora lo vemos allí abajo, después, para llegar hasta él, tendremos que subir para arriba una empinada cuestecita.

UNDUÉS DE LERDA ALLI ABAJO…

Después de un rato bajando, unas señales nos indicaran que nos desviemos hacia la izquierda. Aquí tienes dos opciones, o seguir la pista por la que venias, que te llevará igual abajo del pueblo, o seguir esas señales (yo las seguí) que te meterá por una caminillo pedregoso con algún pequeño tramo de una antigua de calzada romana, y te llevará igualmente al mismo punto, es decir, a cruzar un arroyo por un puentecillo artesano y patear la subida al cerro donde está ubicado Undués de Lerda.   Tras la subida, me dirijo al bar del pueblo, con la esperanza de que esté abierto, ya que tiene fama de abrir cuando quiere y si quiere, que le vamos a hacer, es su negocio, pero está abierto, pido un café, una botella de agua y paro a descansar un rato en las sillas que hay colocadas fuera.

UNDUÉS DE LERDA
VAMOS A POR ESE CAFE…

Undués de Lerda es pequeño, tuvo tiempos mejores, pero es un lugar recogido y coqueto con sus casas de piedra. Es el último pueblo de Aragón antes de entrar en tierras navarras. El albergue se encuentra en la calle Mayor, cerca del bar, y es un recio caserón inaugurado en 2012 donde las plazas para dormir es raro que se agoten.

Dejamos atrás el pueblo en descenso por pistas agrícolas, con un terreno ahora más amable que el descenso hasta Undués. Seguiremos bajando hasta llegar ya al llano, donde tras unos cientos de metros cruzaremos la carretera y encontraremos un cartel que nos indica la posibilidad de tomar una variante que nos llevaría hasta el castillo de Javier, lugar donde nació San Francisco Javier, muy apreciado en Navarra. Si no deseamos hacer ese desvío y visita, seguiremos de frente entre campos de cereal, y poco más de un kilómetro después llegaremos hasta un cartel informativo que nos indica que hemos llegado al limite entre Aragón y Navarra, así como con un mojón donde pone Navarra. A las flechas amarillas y mojones tamaño standard que nos guiaron a través de Aragón, ahora se verán más unos mojones más pequeños que señalizan la ruta por Navarra.

Al borde del camino agrícola, el mojón jacobeo indica que nos quedan 6,5 kilómetros hasta Sangüesa. De aquí hasta poco antes de nuestro destino es prácticamente el mismo paisaje, seguir un polvoriento camino entre campos y fincas, hasta que finalmente y tras cruzar un paso inferior de una carretera, entramos en el pueblo de Sanguesa.

IGLESIA DE SANTIAGO, SANGUESA

Hemos dejado atrás Aragón, pero hasta Puente La Reina sigue llamándose el Camino Aragonés, pese a quien le pese, ya que allí se juntara con el Francés que viene de Roncesvalles, y entonces se difuminaran en uno solo, pero todo lo vivido en el Aragonés queda bien dentro de nosotros.

SONREIR, RESPIRAR, VIVIR… ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!

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18 comentarios

    1. La de Undués es bonita, pero las de Santiago y Santa María la Real en Sanguesa son realmente bellas. ¡Buen Camino siempre, Graciela!

    1. Pues espera que aún quieren hacerlo más grande y no sé si ello tendrá alguna consecuencia para algún pueblo ¡Buen Camino siempre, Miguel!

    1. Gracias a ti, Maño Errante. Si, el arte románico tiene sembrado el Camino Aragonés de belleza, hoy me quede embobado con el pórtico de Santa María la Real ¡Buen Camino siempre!

    1. Esa tres cosas son las que marcan la esencia de nuestro ser, y no hay que olvidarlo nunca. Gracias a ti, Alba, un abrazo y ¡buen Camino siempre!

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