Camino Jacobeo del Ebro – Zaragoza a Luceni

   Cuando el impulso llega y la chispa se enciende ¡síguela!, porque como dice la canción de Héroes del Silencio “…todo arde si le aplicas la chispa adecuada…”

    Que buenos que eran los jodios y sus canciones, pero bueno, música aparte, comenzaré quizás diciendo que este Camino Jacobeo del Ebro, desde Zaragoza a Logroño, es un recorrido peculiar, distinto y bastante particular a su manera, ya que por ejemplo la señalización es deficiente, nada que ver con la buena señalización que tienen los caminos principales, pero suficiente para no llegar a perderse, aunque alguna vez quizás te despistes, pero no pasa nada, sigue tu instinto y volverás al recorrido correcto, ya lo verás. El ánimo arriba siempre, porque sigue siendo y formando parte del Camino a Santiago, y además la leyenda así lo atestigua, porque el propio apóstol Santiago recorrió el Camino del Ebro desde la costa mediterránea en su labor apostólica, y de sobra es conocida la aparición sobre un pilar de la Virgen María en Zaragoza y junto al Ebro.

Siempre hay que contar que la primera premisa es que no hay un mejor o peor camino, y que si decidimos ponernos remilgones aludiendo a nuestra naturaleza, todos tenemos quizás –salvo numerosas  excepciones, por supuesto- la valiosa oportunidad de elegir hacia dónde ir y qué camino tomar en cada etapa de la vida, aunque déjame decir que cojas o escojas la dirección que creas, tan solo caminándolo sabrás si la elección fue la correcta  en esa  vida donde tienes que darte cuenta cuanto antes de que puedes hacer con tu existencia muchas cosas, ya que la cantidad de opciones es infinita, y que si no tomas consciencia de lo corta que puede ser, que solo tenemos una  y  que tal vez si no la aprovechas ahora, un día será ya muy tarde para hacerlo, quizás  porque al dejar de creer en nosotros mismos y en nuestras posibilidades, establecemos un ”límite” acerca de lo que podemos o no hacer, y recordad siempre que lo que digo siempre que lo importante es nuestra actitud.

   Y ante eso, quizás una opción es acceder a tu sana locura que juega con la jodia realidad, y sin analizar nada, porque nada hay que analizar, comenzamos a tomar un camino sin cuestionarlo… como he hecho yo al comenzar este, el Jacobeo del Ebro desde Zaragoza. Así que tras saludar a esa nuestra virgencita en el Pilar, salimos caminando siguiendo el Ebro en dirección a la Plaza de Europa siguiendo las señales desde el Puente de Santiago, que nos dirigen por la ribera hasta la avenida de la Almozara, tras la cual tomaremos el Camino de Monzalbarba…

HASTA LA VISTA ¡VUELVO PRONTO!

pasaremos junto al Parque Deportivo Ebro y, entre huertas y cañizares aquí y allá, alguna acequia y alguna carretera, llegaremos en unos seis kilómetros al barrio  rural de Monzalbarba, la cual atravesaremos y siguiendo el camino y las indicaciones alcanzaremos la localidad de Utebo.

LLEGANDO A UTEBO

  Decir ahora que este camino, al menos en su parte aragonesa, os digo que si por ejemplo en el Camino Aragonés desde Somport o en el Francés predomina el arte románico, aquí lo hace el arte mudéjar, donde lo característico es el uso del ladrillo, frente a la piedra de las catedrales e iglesias que exigían el uso de contrafuertes, caracterizándose por la edificación de techumbres planas de madera en lugar de bóvedas de piedra, así como decoraciones geométricas y florales, y la utilización de yeserías, azulejos y otros ornamentos. Se trata del triunfo de la albañilería, del alarife (nombre que se daba antiguamente al arquitecto o maestro de obras mudéjar)  sobre el cantero.

Nuestra Señora de la Asunción (Utebo)

Y digo esto porque en Utebo, un pueblo cansado de que muchos digan que es un barrio de Zaragoza, cuando es y tiene identidad propia como localidad independiente, nos encontramos con la torre mudéjar de Utebo, aunque más bien tendríamos que decir la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ciertamente un monumento original en su realización estética, ya que su decoración de estilo mudéjar se basa en arcos entrecruzados, cerámica y azulejería, siendo declarada en 1931 Bien de Interés Cultural. Es del siglo XV, ya que una inscripción cerámica que aparece en la torre nos dice la fecha de terminación por Alonso de Leznes en 1544. Aparte, gracias a un certamen dedicado a ello, por el pueblo hay colocadas numerosas esculturas de diversos artistas, que ya pondré detalladamente más adelante.

   Y saliendo de Utebo, con un similar y continuo trazado de paisaje, llegamos al pueblo de Sobradiel…

…donde encontramos la iglesia de Santiago, de estilo barroco, que fue construida a finales del siglo XVII en ladrillo rojo.

IGLESIA DE SANTIAGO (SOBRADIEL)

En su interior destaca un relieve de alabastro, de la misma época, que representa la Adoración de los Pastores.

Después seguimos caminando por camino, gravilla y asfalto hasta Torres de Berrellén, que se denominó solo Torres hasta el año 1646, y Torres de Berrellén desde 1713. La localidad tiene la iglesia parroquial y torre gótico-mudéjar de San Andrés (s. XVI) y el palacio de Villahermosa que hoy es sede del ayuntamiento.

IGLESIA DE SAN ANDRES (TORRES DE BERRELLEN)

Su origen se centró en sus inicios, aunque finalmente pasó todo a su margen derecha, en ambas márgenes del río Ebro en el año 1080, cuando el rey aragonés Sancho Ramírez levantó su fortificación militar, pobló la zona y la fortificó, por considerarlo lugar idóneo para luchar contra los musulmanes asentados en Zaragoza. Así levantó el castillo del Castellar,  enclavado sobre la pared del escarpado de yesero del mismo nombre, en la margen izquierda del Ebro, y cuyas ruinas permanecen hoy imponentes sobre el río.

RUINAS DEL CASTILLO DE EL CASTELLAR (TORRES DE BERRELLEN)

Dicho castillo tuvo relevancia histórica, ya que en él estuvo prisionera la esposa de Alfonso I, nieto de Sancho Ramírez, la reina doña Urraca de León y Castilla. La razón, es que el rey de Aragón tenía noticias de que Urraca quería obtener la nulidad matrimonial y además, mantenía relación amorosa con el conde Candespina. Los condes Gómez González y Pedro González lograron liberar a la reina, y el Papa concedió en 1114 la nulidad del matrimonio que podría haber unido los reinos de Aragón y Castilla tres siglos antes que los Reyes Católicos.

     A la muerte de Alfonso I en 1134 el castillo pasó a su hermano, Ramiro II el Monje. Y es en este castillo, donde un 13 de noviembre de 1137, en presencia de muchos nobles del reino de Aragón, en los documentos que pacta para el matrimonio de la futura reina aragonesa, doña Petronila –hija de Ramiro II- con el conde de Barcelona, y cuyos descendientes serian “reyes”, pero en ningún momento el rey le otorga al conde la dignidad de rey, aun a disgusto de mucha gente a día de hoy….

     Y en nada llegamos a Alagón, importante villa en la edad media, ya que incluso en ella se celebraron Cortes Aragonesas y, al ser villa principal, tenía su representante en dichas Cortes. Tiene la iglesia mudéjar de San Pedro, que aunque no se conoce la fecha exacta de su construcción, se puede afirmar sin temor a equivocaciones que se trata de una de las construcciones mudéjares más antiguas de Aragón, sobre los años 1335 a 1338, ya que en este año el rey aragonés Pedro IV el Ceremonioso se casó aquí con su primera mujer, María de Navarra, y por tanto ya debía de estar consagrado el lugar.

IGLESIA DE SAN PEDRO (ALAGÓN)

     De Alagón, pasamos por debajo de la autopista y continuamos por carretera secundaria hasta Cabañas de Ebro.

Atravesamos esta localidad y seguimos junto al Ebro, donde llegaremos a la Insula Barataria, en  Alcalá de Ebro (Zaragoza)

ALCALA DE EBRO

 y que según aseguran la mayor parte de los expertos cervantistas es la auténtica que se cita en Don Quijote de la Mancha,  una isla natural que se suele crear por las constantes crecidas del río Ebro, y que Cervantes pudo ver esta peculiaridad del terreno, que serviría de inspiración para la definición y localización en su obra maestra, ya que Cervantes paso realmente por este lugar, hospedándose en la localidad cercana de Pedrola acompañando al cardenal Julio Aguaviva y Aragón en el invierno de 1568. En Alcalá se erige la escultura de un meditabundo y verde Sancho Panza que recuerda que el viajero se halla en una región literaria de trayectoria universal, y en cuya placa se puede leer: “Hoy día, a tantos de tal mes y de tal año, tomó posesión de esta ínsula el señor don Sancho Panza, que muchos años la goce”

Sancho Panza en actitud pensativa y meditabunda (Alcalá de Ebro)

      Y dejando atrás Alcalá y la ínsula de Sancho Panza, desde aquí continuamos bordeando el Ebro por camino hasta acercarnos lentamente a la vía férrea junto a la que entramos en Luceni, donde terminamos la etapa de hoy.

LLEGANDO A LUCENI

El arte de ser feliz está en el poder de extraer felicidad de cosas comunes… así que ser felices, sonreir y ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!

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14 comentarios

    1. Eso que nunca nos falte. Mizok, nos engañaran y quitaran por otros lados, pero que nos dejen al menos la cerveza ¡Buen Camino Siempre!

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