Camino de Invierno – Las Médulas a O Barco de Valdeorras

LAS MÉDULAS – O BARCO DE VALDEORRAS 27´5 kilómetros

Dejamos atrás, todavía en penumbra mañanera, esta zona de las Medulas, con esa sensación de haber pasado por un lugar con un marcado peso histórico, aunque haya sido muy desastroso ese peso, ya que aquí la romanización fue intensa en la extracción de minerales, dejando huellas de su frenética actividad extractora del oro.

Cabe recordar que este lugar tan turisticamente visitado, fue declarado como Patrimonio de la Humanidad el 4 de diciembre del año 1997, en Roma, y como olvidada anécdota que algunos países, entre ellos Alemania, Finlandia y Tailandia se opusieron a la decisión de nombrar “Las Médulas” patrimonio de la humanidad al considerar que el paraje era el resultado de la actividad destructora del ser humano, y ello suponía un perjuicio para la causa de la protección medioambiental, es decir, toda una incongruencia. Ainnnssss, recordad siempre que todo en esta vida no depende en quién eres o qué tienes, depende únicamente en lo que piensas, así que cada uno saque sus conclusiones…

Pero bueno, somos así los humanos, y yo estoy haciendo y disfrutando este Camino, así que adelante con ganas. Pues vamos dejando Las Médulas por una pista en cuesta ascendente durante más de un kilómetro, hasta un desvío que lleva al mirador de los Pedrices, que dejamos a nuestra izquierda y no vamos hasta él, ya que ida y vuelta son dos kilómetros y tampoco nos perdemos mucho, pero ahí queda la opción y la distancia. Y bajando por una pista llegamos a Puente de Domingo Flórez, pueblo asentado en una frondosa vega…

PUENTE DE DOMINGO FLOREZ

 Pasamos dos puentes y seguimos un pequeño trecho por la carretera general y, en un desvío, la señalización nos manda por la izquierda, estar atentos aquí, por la izquierda, no por la derecha. Viene luego un paso subterráneo, cruzamos el río Sil, otro paso subterráneo bajo el ferrocarril y entramos en la localidad de  Quereño…

QUEREÑO

…donde como curiosidad os diré que algunos mojones del Camino cambian de diseño, siendo estos de pizarra de color negro, como un homenaje a lo que mueve bastante la economía de la zona, la pizarra. Los mojones tienen adosados una flecha amarilla y una concha metálica de color amarillo.

LOS PECULIARES MOJONES DE QUEREÑO

Entramos en el pueblo por su calle principal pasando al lado de dos fuentes, y como es pequeño en nada salimos del mismo girando a la derecha donde tenemos un poste con flecha amarilla de madera y otras pintadas en la pared de la represa de la subestación eléctrica de Quereño.

Tras pasar la represa, caminamos en ascenso durante uno 500 metros para llegar al primer mirador sobre un alto con empalizada de madera desde donde tenemos buena una panorámica sobre el embalse de Pumares y, al fondo, el pueblo de San Xusto al borde del río Sil.

EMBALSE DE PUMARES

Continuamos la ruta en descenso por camino de grava que va paralelo a los meandros que forma el río Sil, pasando un túnel del mismo de piedras de color muy rojizo. Después de un giro a la izquierda, nos situamos en el segundo mirador con vistas al embalse en el hay algunos bancos y una mesa por si deseamos descansar.
Proseguimos la marcha paralelos al ferrocarril y al embalse…

…encontrando a nuestro paso ya los mojones tradicionales junto a las clásicas flechas amarillas, y en poquito llegamos al pueblo de Pumares, que atravesamos hasta un camino de tierra amplio y cómodo, sin apenas desniveles que salvar, por el cual caminaremos tranquilamente entre prados, vegetación y arbolado como castaños, encinas y algunos alcornoques, teniendo a nuestra izquierda la vía ferroviaria y el río Sil. Al otro lado del río, y pegada a su orilla, podemos ver alguna empresa dedicada a la extracción y exportación de pizarra, recordar lo que os he dicho de los mojones construidos con ese material, que produce su explotación empleos en la zona. Poco después, llegamos a la aldea abandonada y en ruinas de As Nogueiras y a continuación llegaríamos a una zona de descanso con bancos y mesa construidos con pizarra, a la sombra de unas encinas, por si deseamos descansar un ratillo o acondicionar nuestro equipo, habiendo también un mirador hacia Sobradelo de Valdeorras y el río Sil.

Tanto si hemos descansado como no, pues seguimos con ganas, cruzamos un pequeño puente y entramos en Sobradelo, primero en la zona vieja y luego en la nueva, donde
hallamos una fuente construida con grandes bloques de pizarra y tres tubos de acero, recordándonos que estamos en el Ayuntamiento más importante de Europa y quizá del mundo en cuanto a la extracción y exportación de pizarra para cubiertas y otras utilidades, siendo la principal actividad y motor económico de toda la zona de Valdeorras.

 Giramos a la izquierda y tomamos la dirección a Éntoma, pasando por delante del Ayuntamiento de Carballeda de Valdeorras (Sobradelo) y caminando ahora por una carretera con escaso o nulo tráfico hasta llegar a un cartel al borde izquierdo de la carretera que nos anuncia la existencia de petroglifos. Por supuesto, ya me conocéis, así que por supuesto si que me acerco, ya que solo hay que girar a la izquierda, caminar unos treinta metros y admirar, sobre una serie de rocas los petroglifos grabados sobre la piedra, esos símbolos y dibujos que fueron hechos por nuestros antepasados prehistóricos del periodo neolítico, y que puede decirse que son el más cercano antecedente de los símbolos previos a la escritura en algunas culturas y lugares. La palabra proviene de los términos griegos petros (piedra) y glyphein (tallar).

PETROGLIFOS

Tras admirar los petroglifos, volvemos al punto anterior y continuamos por la carretera siguiendo la señalización del Camino de Invierno llegando a una bifurcación que aparece por la derecha, señalizada con un mojón del Camino, que tomamos para entrar en el pueblo de Éntoma o San Xoán de Éntoma, que tiene un puente que parece de origen románico pero es un poco más moderno, aunque igual de interesante, habiendo sido reformadas sus bloque de piedra con ¿adivináis que material? ¡Si, premio, material de pizarra!!.

PUENTE DE ÉNTOMA
LA PIZARRA DEL PUENTE DE ÉNTOMA

 Después de cruzar el puente, nos dirigimos al centro del pueblo pasando cercanos a la iglesia de San Juan Bautista, la que vemos a través de una bocacalle, y que sobre su artística y tallada puerta luce la Cruz de Malta (o de San Juan) con grabado en su base, señalando que pertenecía a los hospitalarios de la Encomienda de Quiroga. Realmente es una Iglesia bonita y bien cuidada, así que venga, no seamos remolones y disfrutemos un par de minutos admirándola.

IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA, DE ÉNTOMA

Al salir de Éntoma, giramos y nos desviamos a la izquierda siguiendo las indicaciones del Camino de Invierno, nuevo mojón y un poste metálico que sostiene un letrero en color amarillo en el que se lee “Éntoma – Bo Camiño”. Ahora continuamos por camino de verde hierba, por la parte baja de “O Serro” (El Sierro) entre alcornoques, castaños, olivos, viñedos y pinares siendo este trayecto muy cómodo de caminar.

Llegados a un punto, el camino gira a la izquierda y desciende para situarnos en la carretera de Éntoma a O Barco (de poco tráfico rodado) que recorremos para pronto pasar un túnel del ferrocarril y continuar, nuevamente, por camino pegado a nuestro compañero y caudaloso río Sil.


Más adelante, salimos nuevamente a la carretera a la altura del cementerio de O Barco en donde nos desviamos a la izquierda para entrar en el Barrio de San Roque (O Barco) conocido como “Casas Baratas” que, siguiendo su calle central, nos lleva a la carretera N-536 la cual cruzamos de frente para entrar en el “Casco Vello de O Barco” (Casco Viejo o Antiguo) por la Calle Real (por la que transitó en tiempos la antigua calzada romana) estando ahora adoquinada. Seguimos descendiendo la calle que va ceñida al río Sil teniendo a la izquierda la pasarela peatonal que une O Barco con Viloira y unos metros más adelante y a la derecha desciende y desemboca en esta la calle de San Mauro conocida por los barquenses como “Calle Oscura” e igualmente dentro del Casco Antiguo (siendo las dos calle más antiguas de O Barco) para, seguidamente, estar en el lugar conocido como “Porto da Barca” (Puerto de la Barca) en donde solía haber alguna barca amarrada al fondo de la escaleras de piedra.

O BARCO DE VALDEORRAS
MALECON DE O BARCO DE VALDEORRAS

Ya con el río a la vista y siguiendo la acera con balaustrada de piedra de granito, llegamos al Paseo del Malecón, zona de recreo, parques infantiles, cafeterías y pistas deportivas. En corta distancia cruzamos el puentecillo peatonal sobre el río y en unos 200 metros más adelante, llegamos a la pasarela o puente peatonal del Malecón de O Barco donde podemos dar por finalizada esta etapa del Camino de Invierno.

Vamos bien, nos sentimos felices caminando, no nos hemos cruzado ni con un solo peregrino pero seguimos contentos por realizar esta ruta jacobea sin contratiempos disfrutando plenamente cada metro recorrido.

CUIDAROS MUCHO, PERO MUCHO SED FELICES, SONREIR , Y BUEN CAMINO SIEMPRE, AMIGOS

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12 comentarios

  1. Este Camino de Invierno lo tiene todo, falta gente, pero cuando todo es tan mágico tampoco es imprescindible!, disfruta mucho, gracias por llevarnos

    1. Ya sabes que me encanta caminar en parajes solitarios, así que encantado, pero lógicamente, como al Aragonés, le faltan peregrinos. Gracias a ti, Ferrán, por acompañarme. ¡Buen Camino Siempre!

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