Camino de Invierno – Lalín a Silleda


Sólo 16 kilómetros cuando tenía que estar ya prácticamente en Santiago mañana mismo. Pero en absoluto me doy mal por ello, no sirve de nada, ya que así es la vida, el Universo y un poquito de esto y aquello de todo lo que nos lleva y nos trae, así que solo hay que ser consecuente, aceptar, sonreír y dedicar los pensamientos a cosas mejores que no causen efectos secundarios a nuestra alma y mente, al corazón lo dejamos aparte que ese va a su bola. Rechazar los sentimientos o los pensamientos es condenarse por tenerlos, así que nunca hay que olvidar como somos realmente, para que así pueda volverse más positivo el flujo de nuestra energía. La configuración y composición de algunas situaciones implica siempre por parte nuestra una emoción y una respuesta determinada. A veces respondemos como debiéramos y otras no, por eso hay que tener siempre calma y sonreír, así despistamos a la mente y al corazón y le damos tiempo a nuestra alma para que reaccione adecuadamente.
Na, que me enrollo, la cuestión es que supongo sería el viento añadido a la persistente lluvia lo que me ha demorado, aparte de unas ligeras molestias que sé que en unas horas de descanso extra más de la cuenta harán que todo vuelva a su sitio en mi pie derecho, como así suele suceder cuando ocurre de vez en cuando, y que nada tiene que ver con esfuerzo o algo parecido, es el viento, seguro que si, y si no es así olvidémoslo y pensemos en cosas bonitas. Pero bueno, sabiendo lo que es me hace reducir tanto velocidad como tiempo de caminar, sabedor de que mañana ya prácticamente a raíz de donde descanso hoy, acortando la etapa en bastantes kilómetros, mis pies me llevarán mañana a Ponte Ulla, y pasado mañana a Santiago. Si es que quien no se consuela…
Lo que no ha cambiado es que persiste esta bendita lluvia, y lo digo con alegría y no con ironía, ya que debe de llover, tiene que llover y ojala estuviera así una semana más lloviendo, necesitamos esa lluvia, necesitamos su continua presencia, necesitamos su agua y su bendición. Aún así, no es la vez que más tiempo seguido me ha llovido haciendo algún Camino, ya que recuerdo hace unos años que estuvo cinco días seguidos cayendo agua, aunque era mayo y no enero, e igualmente en el último Camino Primitivo de hace año y medio, al grupo de amigos que íbamos nos llovió prácticamente casi todos los días al menos un poquito, aunque no tan de seguido y sin parar como aquí. Pero no pasa nada, ya me conocéis, una sonrisa y para adelante.

Como sé que la etapa va a ser más que cortita desde un principio, salgo más tarde de lo normal, y como ya está casi todo abierto desayuno tranquilamente en un bar que me parece adecuado. Me decanté, como no, por el desayuno compuesto por zumo, café con leche y tostada con aceite de oliva, tomate natural y jamón serrano. La verdad es que ¡¡estaba riquísimo!! ¿o quizás es que tenía hambre? Bueno, una mezcla de las dos cosas, así queda en empate.


Mientras desayuno y por mi cabeza pasan pensamientos e ideas, miro afuera y veo como sigue lloviendo con ganas. Cuando llueve poco me basta con cubrir la mochila y ponerme el cortavientos impermeable, pero cuando cae bien tiramos de paraguas, algo que hasta hace tres años jamás llevaba encima, pero una compañera de Camino me enseño y demostró que era más que práctico… y desde entonces, salvo que lo olvide en casa, llevo un paraguas en la mochila, uno de esos pequeños y barato de donde ya sabéis, del Dec…….. Lo que si he olvidado esta vez es hacerme una foto junto al famoso Porco de Lalin, la siguiente vez será, no creo que se enfade.
Es la etapa más corta, pero corta de verdad, que vamos a realizar, así que no os quejéis que de que os doy mucho tute doblando etapas a veces. Aun siendo corta no deja de tener el mismo encanto que las demás, y aunque esperaba encontrar algún peregrino que otro, ya que desde Lalin se cruza con la Vía de la Plata y el Sanabrés, pues nada, ni uno solo, salvo yo, pero totalmente encantado, absolutamente todo el Camino para mi, todo un placer inesperado que disfruto totalmente.
Tras desayunar y ajustar equipo, salimos, abrimos el paraguas y caminamos en dirección al parque y paseo fluvial junto al río Pontiñas, un agradable camino a la vera del río que está más que bien, aunque hoy no hay nadie haciendo deporte ni paseando, salvo este peregrino bajo un paraguas caminando tranquilamente.



Tras poco más de dos kilómetros, un desvío nos saca del parque fluvial y nos sube a la nacional N-525, hasta el lugar de Espiño, donde si no habéis tomado nada en Lalin quizás podréis hacerlo aquí si encontráis abierto un bar que hay.
Tendremos que cruzar la carretera, así que MUCHA PRECAUCION, porque no hay paso de peatones y los coches suelen pasar rápidos. Aquí podemos seguir por una acera junto a la carretera (no es el Camino oficial) o por la derecha tomar una calle en subida (es el Camino oficial), donde tras un poco de bosque, descenderemos por una pista que nos lleva junto al hotel Torre do Deza, pasando por la parte de atrás del mismo. En este caso y como llovía, sabia que la opción oficial estaba embarrada, así que continúe por la acera, que te lleva al mismo lugar.

Una vez pasado el hotel, seguimos por un sendero a través del campo, que nos lleva cerca de algunas naves del polígono industrial Lalin, hasta que salimos de la hierba y volvemos a pisar asfalto, nos fijamos en las señales, seguimos por una acera y pasamos por una rotonda, tras lo cual nos desviaremos hacia una pista de tierra pegada a la autopista, que seguiremos y pasaremos por debajo un poco más adelante girando a la izquierda, pasando poco después por la puerta del albergue de peregrinos de A Laxe…

…y caminando llegaremos hasta la carretera N-525, a la altura del pueblo de Prado, donde si tienes suerte y esta abierto podrás tomar algo en un bar.


Y si no, seguimos las señales, giraremos a la izquierda por una calle y continuaremos pasado Prado, siempre atentos a las señales, hasta que tomamos por una carretera más que secundaria que baja suavemente dejando a nuestro lado alguna nave industrial y una industria quesera, y bajando tranquilamente unos tres kilómetros llegamos a un desvío a la izquierda…

antes del gran puente de ferrocarril, y en descenso caminaremos por un precioso camino boscoso del que no me resistí a plasmar la belleza de sus tonalidades verdes y que nos lleva directamente hasta Ponte Taboada…




…un más que precioso puente que se denomina “romano”, aunque no fue construido por ellos, pero es de estilo totalmente románico,y ciertamente data del año 912, fecha que figura en una inscripción realizada en una roca cercana, y que une la parroquia de Taboada, del municipio de Silleda, a cuyo término municipal pertenece, y la de Prado, del municipio de Lalín. Sustituyó, eso sí, a anteriores puentes construidos sobre el mismo punto, probablemente de madera o quizás de piedra, de los que tomó el nombre (Pons Tabulata) quedando sin uso al modificarse el trazado de la carretera en la segunda mitad del siglo XIX y construirse el puente de Taboada Nuevo, siendo la única utilidad que conserva hoy de servir de paso a los peregrinos del Camino de Santiago o senderistas, aunque no es apto para ciclistas.
Pocos metros después de cruzar el puente, como he dicho, hay una inscripción realizada en caracteres latinos sobre la cara plana de una gran piedra, parcialmente deteriorada, que dice:

“LAVORABERVNT ISTA PONTE IN ERA DCCCCL ET FVIT PERFECTA PRIDIE KL DS APIES” cuya traducción viene a decir “Labraron este puente en era 950 y fue terminado el 31 de marzo”. La era 950 se corresponde con el año 912, su fecha de construcción. El puente tiene, además, varias cruces grabadas que se pueden distinguir a simple vista en diferentes puntos, siendo la más visible la del mojón central, de unos veinte centímetros de altura. Sea como sea, sea o no romano, pero si de estilo románico, a pesar de su sencillez este puente me encanta y me gusta a rabiar.

Una vez pasado el puente comienza una subida por un camino empedrado de suelo irregular, que aún con posible riesgo de resbalones por las piedras que no se hace difícil. Este camino termina en camino asfaltado que atraviesa una aldea…

…y llega a la carretera general donde encontraremos la Iglesia románica de Santiago de Taboada, su atrio y un precioso cruceiro de piedra al otro lado de la carretera, así que si deseamos verlo tendremos que cruzar la carretera, que como lleva bastante tráfico DEBEIS TENER MUCHO CUIDADO.



La iglesia de Santiago de Tabaoda, del siglo XII-XIII, es un claro ejemplo del arte románico de transición, aunque ha sido restaurada varias veces a lo largo de su historia, conserva integra su planta única y ábside rectangular, con su portada de doble arquivolta, así como varios motivos decorativos románicos y doble columna con basa y capiteles con motivos vegetales. En su capitel se representa a un caballero, Santiago con su corcel para algunos, pero realmente se trata de Sansón luchando contra el león.

En el ábside destaca la ventana de medio punto con jambas y columnas con capitel vegetal y figuras zoomorfas. A la fachada principal se le añadió en el siglo XVIII una espadaña campanario de estilo barroco.


Cerca de la iglesia hay un cruceiro del siglo XVIII, erigido sobre una grada de cuatro peldaños, encima del primero de los cuales se asienta un sarcófago monolítico, de forma trapecial, trasladado allí desde otra ubicación previa, del que desconozco la procedencia.
Después, volveremos a cruzar la carretera y tomaremos a través de un sendero bastante «mojado»…


…aunque seguramente os habréis dado cuenta que no he puesto prácticamente fotografías de caminos embarrados ¡quedémonos con lo bueno! mañana ya las pondré. El último tramo hasta Silleda se puede realizar por carretera, más directo, o bien retomando el camino, que da un pequeño rodeo, pero que transita por un camino atravesando un pequeño bosque de robles o carballos. Si seguimos el trazado oficial, deja a un lado un polígono industrial atravesando el bosque, primero en una suave subida y después, llegando al Pazo de Trasfontao, bajando bastante mal y muy pronunciadamente por un camino empedrado irregular lleno de barro y agua, puesto que un regato desemboca en el camino y lo atraviesa en varios puntos. En cualquier caso, las piedras del camino permiten sortear el barro y el agua, aunque en mi primera experiencia no sorteé mucho que digamos, ya que cuando pase por ese lugar, y encima no llovía, no me gustó nada, diciéndome a mi mismo que no volvería a pasar por ese sitio, así que elegí la otra alternativa, por la carretera, que exactamente nos lleva al mismo sitio. Eso si, si deseáis ir por la parte oficial adelante, la cuestión es probar para poder elegir, ya sabéis que el Camino es como la vida misma.
Tanto si escogéis este húmedo camino empedrado como si tomáis el de la carretera, se puede ir bien, llegaremos al mismo punto, hasta las afueras de Silleda.

Y desde aquí ya, como siempre digo, cada cual elige su alojamiento o continua el Camino. Yo, como ya cité, me quedaré aquí aún siendo poca la distancia recorrida, puesto que entre hoy y mañana prácticamente tendría que haber llegado a Santiago, pero circunstancias ordenan y yo obedezco a mi cuerpo y demás cosillas, así que me quedo en el Hostal Casas Novas, cervecita con tapita y todo lo demás…




…un magnifico lugar magnifico y económico donde alojarse y también para comer, cenar o tomarte algo, donde aparte de sus habitaciones cómodas y confortables, puedes utilizar gratuitamente la lavadora, la secadora y la plancha, todo más que un detalle que prácticamente pocos sitios ofrecen. Aparte, cocinan bastante bien, así que como no, ya sabéis que plato es el que me hace perder los sentidos en Galicia…

Cuidaros mucho, amigos, un abrazo y mucho ánimo. Estar aquí y ahora, con lo que nos gusta y con lo que nos duele y con lo que nos hace respirar, es una buena forma de VIVIR un día más…

Corta pero intensa, ánimo con esas dolencias.
Gracias, Gloria, esas cosillas ya están olvidadas ¡Buen Camino Siempre!
Un abrazo, a veces hay que tomar pequeños descansos, bien hecho 👏🏻
Si el cuerpo pide hay que darle un poquito también, es lo justo. Un abrazo, Juan ¡Buen Camino Siempre!
Buen Camino de la vida!
¡Buen Camino Siempre, Gonzalo!
Cuidate ese pie que no de mucha guerra, venga a tope 💪💪
Na, da un poco de mal pero siempre se calma el jodio pie ¡Buen Camino Siempre, Aitor!
Venga que ese pulpo cura todos males
Eso es lo que quería mi pie, pulpo, por eso dijo o me das o no ando ¡Buen Camino Siempre, Basilio!