Camino Francés – Portomarin a Palas de Rei

Aunque no es una etapa tan plena de naturaleza como la de ayer, está bien, así que no debes dejar escapar la oportunidad de admirar todo lo que te proporciona caminar con libertad, su patrimonio artístico, natural y por supuesto, también gastronómico. Restos de fortalezas, torres, castros antiguos, castillos, arte románico y casas blasonadas son sólo algunas de las edificaciones que encontrarás durante el recorrido.

Desde la iglesia de San Nicolás, seguimos de frente por la avenida de Chantada que nos conduce a la carretera. Antes se cruzaba al otro lado por una pasarela metálica, de la cual yo siempre recordaba, por el ruido que hacía aquello cuando caminabas sobre ella, en las mañanas de niebla y cuando todavía estaba oscuro, la escena de la película Jurassic Park III, en la que un pterodáctilo camina haciendo el mismo ruido por una pasarela de hierro entre la niebla para zamparse al protagonista.

EL MONTE SAN ANTONIO NOS ESPERA PARA QUE SUBAMOS

Tonterías aparte, ahora es mejor y se atraviesa al otro lado por un puente en condiciones, donde giramos a la derecha, aunque tienes camino alternativo por la izquierda bien señalizado que te lleva igualmente hasta la abandonada fábrica de ladrillos. Pero como nosotros nos vamos por la derecha, la de siempre, comenzamos a subir el monte de San Antonio en una continua cuesta de casi dos kilómetros, que arreglaron últimamente un poquito, porque antes cuando llovía el terreno en subida se volvía un poquito “peleón”, aunque subías igualmente. Lo que no ha cambiado es que sigue el día tan revoltoso como los anteriores días, llueve, para, llovizna, para, chaparrón, para, pero por mi encantado, que siga así y que dure.

Al final de la subida, que con lluvia se sube mejor que con buen tiempo, avanzaremos ya por un llano entre prados y pinos…

…que nos llevará hasta el andadero de la carretera por el cual caminaremos algunos kilómetros tanto por un lado como por el otro, ya que habrá que cruzarla un par de veces. Y así llegaremos hasta la fábrica de ladrillos, por donde se nos unirán quienes hubieran escogido la otra variante.

ANDADEROS JUNTO A LA CARRETERA

Pasaremos al lado de una nave de abonos y fertilizantes, de la cual percibiréis claramente el olor, después por el lugar de Toxibo, que solo tiene una casa, y así unos siete kilómetros después de nuestro caminar llegaremos a Gonzar, un clásico entre los clásicos para desayunar, comer, alojarte o lo que desees, ya que lo que antes era un simple merendero se ha convertido en un moderno complejo hostelero, el Albergue-Hostería de Gonzar, que tiene hasta piscina en verano.

La aldea y la iglesia de Santa María, se encuentran por un camino a la izquierda, donde hay que ir de propio, ya que el Camino continúa de frente, que nos llevara hasta Castromaior.

Antes de que empecemos desde aquí la jodia cuestecita que nos espera, decir que  Castromaior debe en sí su nombre al castro prerromano que hay situado arriba y en las afueras. Aparte, tiene una iglesia románica rural conservada íntegra que casi nadie se percata de ella, la Iglesia de Santa María, un pequeño templo de nave única, portada en arco de medio punto, cubierta a dos aguas con tejado de loseta sobre armadura de madera, con tres planos longitudinales y tres vigas tirantes. En su ábside cuadrado, hay una interesante serie de marcas labradas en las piedras por los maestros canteros. No hay que desviarse para verla, está a pie de Camino, pero casi nadie se percata de ella.

IGLESIA DE SANTA MARIA, CASTROMAIOR

Y desde allí, ahora sí, afrontamos una dura y prolongada subida de setecientos metros. En el camino subiendo encontraremos un desvío opcional que conduce al castro prerromano, a unos 5oo metros, desde donde después se puede regresar al Camino sin necesidad de desandar nuestros pasos. Este castro, habitado entre los siglos IV a.C. hasta el I d.C. es uno de los mayores asentamientos galaicos de la Edad del Hierro en el noroeste peninsular. Si no nos desviamos para verlo, nos encontraremos a nuestra derecha una cosa que han construido, un diría yo insulso, ineficaz y singular ¿Centro de Interpretación realmente lo llaman?, que en sí es simplemente una caja de hormigón sin futuro alguno en el que se gastaron el dinero público sin mucha sesera.

    En fin, así vamos y así somos. Nosotros, por nuestra parte terminamos la subida y se nos ofrecerán en días claros excelentes vistas. Luego llegamos a otro andadero paralelo a la carretera por el cual llegamos a Hospital da Cruz. A la salida de la localidad tendremos que cruzar la nacional N-540 y tomar la C-535 en dirección Ventas de Narón. Decir que entre Hospital y Ventas hay algunos albergues y bares por si queréis repostar, descansar o lo que el cuerpo pida si así lo deseáis.

    Tras Ventas de Narón iremos ascendiendo suavemente hasta coronar la sierra de Ligonde, continuando bastante rato por pista asfaltada o andadero lateral, pasando por A Previsa y Os Lameiros, lugar donde a nuestra izquierda encontramos un importante cruceiro datado en 1679.

Un poco más adelante, después de pasar Ligonde, tomando a mano izquierda, seguimos una empinada rampa que nos guía hasta Airexe, donde podemos ver la iglesia de Santiago, con restos románicos y sepulcro, así como un cruceiro. También hay dos bares, un albergue y una pensión en el lugar.

Continuamos el camino, descendiendo en una larga bajada hasta encontrarnos un lavadero y llegar a la aldea de Portos, donde unas enormes hormigas nos darán la bienvenida al Albergue Pensión A Paso de Formiga. Desde aquí, un poco más adelante, si realmente tienes tiempo, lo deseas y te gusta, podemos abandonar el Camino para visitar el templo románico de Vilar de Donas, que fue el lugar de enterramiento de varios de los caballeros templarios de la Orden de Santiago, por lo que si te fascinan estas historias, no dejes de acudir hasta esta construcción dedicada a aquellos que debían proteger y defender al Camino de Santiago y a sus peregrinos. Eso si, son casi tres kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, pero ahí queda. Hace años, acompañado por un loco de la historia como yo, si que nos acercamos y disfrutamos del lugar, pero solo lo aconsejo para personas que no les importe invertir un par de horas y unos kilómetros de más en ello. Si me acuerdo, hablaré del lugar algún día.

   Bueno, pues tras pasar el lugar de las terribles hormigas mutantes, seguimos la carretera y llegamos a Lestedo, donde a mano derecha vemos su rectoral, hoy reconvertida en casa rural. El camino continúa sin hasta A Brea y el Alto del Rosario, desde donde si el día está claro, que casi nunca lo está, podemos ver el pico Sacro, un monte muy cercano a Santiago de Compostela.

Tendremos opción de tomar algo en un restaurante bar en A Brea, junto a la carretera, yo suelo parar casi siempre, y esta vez vuelvo a parar debido a que mi querido tobillo derecho me manda recuerdos, ya que hace tiempo no me los mandaba. Se puede aguantar el pequeño dolor, aunque mi primaria idea de continuar hasta Melide creo que quedará olvidada y me quedaré en Palas, acortando así la etapa. No pasa nada, son cosillas que surgen, mi tobillo quiere unas horas de descanso y se las daré, lo que me pida, faltaría más. Así que me tomo la Estrella con tranquilidad, sonrío y acepto lo que hay.

Al salir del bar ya dejamos el asfalto y tomamos un camino que nos llevara hasta la aldea de Rosario, que debe su nombre a la oración de los caminantes como agradecimiento de la buena suerte durante el viaje. Por supuesto, le doy gracias al Universo por permitirme llegar hasta aquí, y el último tramo de la etapa lo realizamos por un camino, pasamos junto al albergue Os Chacotes y entramos en Palas de Rei por la rúa do Cruceiro, donde nos recibe la iglesia de San Tirso.

IGLESIA DE SAN TIRSO, PALAS DE REI

Bajando unas escalinatas, llegamos al mismo centro de la localidad, donde encontramos ya albergues, otro tipo de alojamientos, bares, restaurantes, tiendas. Un buen lugar para comer en Palas es la Pulpería a Nosa Terra, que da de comer bien, de forma sencilla y normalmente a un buen precio. Por supuesto, después de buscar alojamiento, ya que lo tenía previsto en Melide, me ducho y, como he llegado pronto, voy a comer a ese lugar, donde todo perfecto como siempre.

Y aquí en Palas nos quedamos. Mañana dicen que lloverá por la mañana y parará por la tarde, y por el color de las nubes seguro que si, pero bueno, estamos en Galicia, que llueva no solo aquí, sino en toda España, que caiga esa agua que tanto necesitamos y que trae vida desde el cielo.

    OS MANDO MIS MEJORES DESEOS ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!

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