Camino Francés – Palas de Rei a Arzúa


Hoy toca caminar la que muchos consideran de las etapas más duras del camino hacia Santiago de Compostela, pero sin embargo, a pesar de sus muy constantes y numerosos toboganes, la única dificultad que siempre le he visto es que está Melide en medio con sus pulperias, circunstancia que muchas veces he superado cambiando etapas para quedarme a dormir en Melide, y así no tirar con la panza llena de pulpo y vino o cerveza para Arzúa. No pasa nada, disfrutando, sonriendo y jurando un poco en arameo todo se pasa, y si no se pasa hazle un pasar mientras recuerdas aquello de que hoy desafiaras cada obstáculo o momento bajo que se te presente con la fe de que vencerás, de la misma forma que serás resistencia frente al pesimismo sin perder tu sonrisa, con la actitud de tener los pies en la tierra comprendiendo la realidad. Quizás hoy tendrás tiempo de ser un poquito feliz como ayer y no sabes si como mañana, no lo sabes si así será, pero el Universo así te lo dirá.

Hay un poco de niebla y llovizna, pero es normal, así que tras comprobar que el tobillo sigue en su sitio, nos preparamos y al bar a desayunar, ya que en Palas, por ser punto de parada y paso de peregrinos, hay bares que abren tempranito, aunque debo conformarme solo con un café con leche, ya que no han sacado todavía la tortilla de patatas y disponen tan solo de bollería que hace años no pruebo. Si al menos tuvieran churros cedería ante ellos, pero no pasa nada, desayunaremos mejor más adelante, seguro. El tobillo bien, habla pero no chilla, así que todo bien, ¡gracias a tod@s por los buenos deseos! Estoy en Galicia, estoy en el Camino, estoy disfrutando, sonrío y para adelante totalmente inmerso en lo que me gusta y encanta, deseando seguir caminando paso a paso hacia Santiago.

Abandonamos Palas de Rei atravesando por la carretera N-547 para coger un pequeño desvío a mano derecha siguiendo el indicador de Curuxas. En nada, el Camino vuelve a desviarse a mano derecha en el indicador de Carballal por una rampa que atraviesa Riba para volver a descender hasta la carretera, que atravesamos hasta su margen izquierdo, para seguir por un sendero hasta San Xulián do Camiño. Lo malo de este trocito es que en época de lluvias, como ahora, pueden –y se forman- llegar a formarse grandes charcos y encontrarnos el sendero muy embarrado.

La primera parte hasta Melide es encantadora, me gusta, siempre me ha gustado, vas por sendas y corredoiras rodeado de eucaliptos, robles, álamos, castaños y más variedad de árboles atravesando de vez en cuando pequeñas aldeas como Pontecampaña, Casanova, Porto do Bois, Campanilla y O Coto (donde hay un buen bar para parar y poco antes una estatua de un Santiago peregrino donde hacerte la foto) y Leboreiro, donde visitar si podéis su pequeña iglesia, iglesia románica del s. XII, tras lo cual seguiremos hacia un pequeño puente medieval que cruza el río Seco.



Un poco más adelante pasaremos cerca de un polígono industrial por un tramo paralelo a la carretera, para acabar desviándonos por una senda que nos conduce hasta un puente del siglo XII, emblemático enclave de la etapa, con cuatro arcos de medio punto, una verdadera joya, de los mejores puentes del Camino de Santiago, reformado hace poquito, que nos lleva hasta la aldea de Furelos, que tras atravesarlo y en ascenso llegaremos hasta Melide.


Enclave famoso en la Ruta Jacobea, donde también se une el Camino Primitivo que viene desde Oviedo. A la entrada del pueblo hay un crucero del s. XIV, uno de los más antiguos de Galicia. Destacar también la ermita de San Roque (si, la imagen del billete de 10 euros, aunque ahora digan que no), con su crucero del s. XIV,

Y dejan de hablar de monumentos y de historia, ¿Qué más tenemos famoso en Melide? Exactamente, eso mismo: el pulpo. Paré en A Garnacha, soy más de esta pulpería que de Ezequiel, pero oye, es cuestión de gustos nada más, en los dos lo he comido y en ambos lo hacen excelentemente por supuesto, pero sigo quedándome con A Garnacha, que le vamos a hacer.

A la salida de Melide, pasamos por las casas de Carballal y la iglesia románica de Santa María. una belleza del siglo XII.


Seguimos por un camino que se convierte en una senda rodeada de eucaliptos hasta el paso empedrado del río Catasol, afluente del Furelos. Es un paisaje bonito, quizás el que más hasta llegar a Ribadiso.



Entre arboledas y sendas llegaremos hasta la aldea de Parabispo, y hacia arriba hasta el lugar de A Peroxa, que forma parte de la parroquia de Boente. Tras llegar a Boente, comienza uno de los tramos más exigentes de esta etapa. Hay que remontar una dura subida hasta llegar junto a la carretera N-547. El tramo es durillo, bastante empinado, pero nada puede con nosotros y sólo quedaba ir hacia adelante.
Aparte, aún nos quedan unos cuantos toboganes más, ya sabéis que es una etapa de esas conocidas como “rompepiernas”, pero nada que no podamos afrontar mientras vamos pasando por las aldeas de Brea y Castañeda, y ya con muchas ganas de llegar a Arzúa, llegamos a Ribadiso, un lugar con encanto al que se accede mediante un pequeño puente medieval y que tiene un albergue, un bar, un pequeño río que cruza bajo el puente…

…y aunque bello el sitio, es una trampa deliciosa para muchos peregrinos que hacen el Camino la primera vez, ya que te gusta, te acomodas, te tomas no una sino dos cervezas y luego, pues luego te encuentras que te queda todavía una subidita larga y constante hasta Arzúa de tres kilometrillos con un odiosa pendiente que transcurre por una vía de servicio paralela a la carretera nacional. Pero es que hay que mirar el lado bueno y no el malo, has parado, has descansado y has continuado, peor sería no parar y afrontar la cuesta sin esos quince minutos de placer en un lugar tan emblemático como Ribadiso.
Estamos ya en Arzúa, hemos comido buen pulpo, hemos caminado a gusto y con buena temperatura, nos sentimos bien, sentimos la magia del Camino y todo más o menos sigue bien en nuestro mundo ¿qué más podemos pedir? Mañana más…. ¡Buen Camino Siempre!

Buen Camino siempre! gracias por compartir, buen pulpo!
Delicious octopus, Mike ¡Buen Camino Siempre!
Ese pulpo peligroso jaja 🐙🐙
Tan peligroso que me lo he tenido que comer entero, imagínate ¡Buen Camino Siempre, Silvia!
Buen Camino Fran, gracias por estas etapas!!
Gracias a ti, Aitor ¡Buen Camino Siempre!
Buen Camino!
¡Buen Camino Siempre, Canario!
Ese pulpo que no falte, no hay que dejar ni uno jajajaja
Te puedo asegurar, Johan, que no quedo ninguno en el plato ¡Buen Camino Siempre!
Buen Camino amigo Fran Lucas, ya estás muy cerca!!
Mañana mismo, si el Universo quiere, estamos ahí, amigo ¡Buen Camino Siempre, Basilio!