Camino Francés – Arzúa a Lavacolla

Lo MEJOR que puedes hacer es APROVECHAR el TIEMPO haciendo lo que más te GUSTA, y VIVIR la VIDA con la gente que más QUIERES, porque nuestra VIDA es tan CORTA, que SUFRIR es una pérdida de tiempo… RESPIRA, SIENTE, AMA

Salgo de Arzúa tempranito, siempre me gusta caminar esa bajada que da paso a ese bosque donde los pájaros comienzan a cantar dándote los buenos días. Es un tramo, quitando un par de cuestecitas de nada, bastante cómodo, agradable y tranquilo, aunque el terreno sea muy blandito, y cuando llegamos a la zona de As Barrosas, como su nombre indica se embarra con mucha facilidad cuando llueve o lo ha hecho recientemente, pero cuando caminas, sientes la magia del Camino y eres feliz a tu manera pues todo está bien.

La etapa de hoy es muy cómoda, de escasos desniveles, aunque también los tienes, muchos y variados para que no te aburras, especialmente al principio y en algún otro tramo, pero nada fuerte, aunque es lo que tiene lo undulado del terreno con los continuos cauces de agua que hay que salvar. Así, avanzamos por largas pistas forestales cubiertas de hojarasca, cruzando bosques de muchas especies arbóreas, aunque la invasión de los eucaliptos gana terreno a robles y castaños que en esta época dan sus frutos, especialmente los castaños, que dejan s cientos sus frutos esparcidos por el suelo.

CASTAÑAS AQUÍ Y ALLÁ

Hoy también tenemos como eje del recorrido la carretera nacional N-547, que cruzaremos en varias ocasiones, así que MUCHO CUIDADO y siempre extremando las precauciones al cruzarla. Seguimos caminando, y así tras dejar atrás As Barrosas, pasaremos por O Raido y llegaremos a Preguntoño, donde hay un buen lugar para desayunar si no lo habéis hecho ya.

BAR PREGUNTOÑO

Poco después pasamos por debajo de la N-547 por un túnel, y subiendo un repecho, si miramos a la derecha y hace buen tiempo veremos Arzúa a lo lejos, de donde venimos…

ARZUA YA QUEDÓ ATRÁS

…mientras seguimos avanzando entre prados, cultivos y viviendas enlazando pequeñas aldeas, así como entre bosques muy tranquilos, al menos siempre es esa la sensación que me queda, una paz muy grande donde a veces desaparece incluso cualquier ruido, hasta el de los pájaros. Sensaciones, solo sensaciones, pero es agradable sentirlas.

Caminando iremos pasando por A Peroxa, As quintas, A Calzada, A Calle do Ferreiros y Salceda, siempre por tranquilas pistas forestales que solo abandonamos durante pequeños tramos de enlace de carreteras locales por las que apenas pasan vehículos. Podremos caminar siempre con tranquilidad, en paz, sin prisas, disfrutando a cada paso de todo a nuestro alrededor y de lo que cocinemos dentro de nosotros mismos.

En Ferreiros ya sabéis que está el famoso bar Casa Tía Dolores, ese pintoresco lugar donde puedes tomarte una cerveza artesana “Peregrina” y después garabatear algo en la botella y dejarla por allí puesta si encuentras sitio para ello. Es un lugar que tiene tantos detractores como simpatizantes, así que dejaré que eso cada cual lo valore cuando pase y si quiere, pare allí. Yo por mi parte, las veces que lo he hecho sin problema alguno, voy a lo mío y dejo vivir a los demás en paz

Seguimos por una red de pistas y caminos pasando por Boavista, O Castro y Salceda, tras lo cual poco después pasaremos junto al recuerdo al peregrino Guillermo Watt, fallecido en el Camino, uno de los tantos que pasaron al otro lado mientras caminaban hacia Santiago siguiendo el Camino de las Estrellas, y llegaron a él, como todos haremos algún día.  Regresamos más arriba al pie de la carretera y la cruzamos –ESTE ES UN CRUCE MUY PELIGROSO, ASI QUE MUCHA PRECAUCION- junto a un concesionario de maquinaria agrícola, y así continuaremos hasta O Xen primero y Ras después, muchas veces por pistas revestidas de hojarasca, tras lo cual pasaremos otra vez la N-547, aunque esta vez por un túnel y por debajo llegamos a O Brea y, tras una nueva travesía de la N-547, caminando junto a ella llegamos hasta O Empalme o Alto de Santa Irene, donde a pie de carretera hay tres bar restaurantes para elegir si decides parar en alguno, aunque a lo largo del Camino hasta aquí pasamos por muchos bares.

Y si no paramos pues volvemos a cruzar la carretera para seguir el Camino en un punto peligroso, ya que coincide con un cambio de rasante, así que CON CUIDAD Y MIRANDO, extremar la precaución. Tras cruzar, tomamos un camino y bajamos una pista bajo los eucaliptos. Más abajo, si tomamos un túnel bajo la N-547 tenemos la opción de visitar la ermita de Santa Irene, y si no es así continuamos de frente.

ERMITA DE SANTA IRENE

Antes, seguíamos por un camino con bastantes eucaliptos plantados, aunque ahora lo han dejado bastante pelado y feo, porque hace años pasaba por ahí y lo recordaba siempre con una sonrisa, pero ahora no dan ganas de ello.

Pero bueno, seguimos y pasamos la carretera por debajo a través de un túnel, seguimos caminando junto a algunas viviendas y en nada llegamos hasta A Rúa, donde por pista asfaltada llegamos al borde de la N-547, y si quieres continuar el Camino cruzas y sigues de frente, mientras que si vas a ir a Pedrouzo giras a la izquierda y subimos por la travesía de la localidad, llena de todo tipo de servicios.

MURAL EN PEDROUZO

    Yo continuo caminando, no me quedo en Pedrouzo, pero voy por la travesía, me gusta más que la otra opción, aparte de ello paro a tomarme algo en el Bar Arca Gourmet, donde sus dueños son buena gente, siempre me tratan bien, tienen buen genero y también buenos precios, así que suelo repetir desde hace dos años, yo les deseo toda la suerte del mundo.

Esta es una etapa muy variable, ya que la mayoría de los peregrinos prefieren hacer noche en Pedrouzo, que cuenta con gran oferta de alojamiento y todos los servicios y se encuentra a tiro de piedra de Santiago. Otros optan por tirar ya hasta Santiago (alguna vez yo mismo) o quedarse en la zona de Monte do Gozo, y también pues tienes opciones de quedarte en medio, en Lavacolla, como suelo hacer en muchas ocasiones, y así por la mañana, en un momento te pones tranquilamente en Santiago.  Pues seguimos la travesía y, al final de ella, giramos a la derecha y tras unos metros de asfalto retomamos el trazado del Camino, internándonos en un bosque de eucaliptos y otras especies…

…tras lo que saldremos a campo despejado, desde donde ya podemos ver al fondo el repecho que luego subiremos, pero mientras seguimos hasta la aldea de San Antón, situada en una vaguada del río Brandelos, y luego hasta Amenal, tras lo cual nos quedará subir ahora sí el repecho más duro de la jornada, unos dos kilómetros con pendiente constante y pronunciada, aunque se llevan bien, y eso que te lo dice alguien que como yo sabes que no le gustan nada las subidas.

AL FONDO EL «REPECHITO» DE SUBIDA AL AEROPUERTO, SAN PAIO Y LAVACOLLA

Cuando culminamos la subida, continuamos siguiendo la valla que delimita el aeropuerto, llegando a un monolito con bordón, calabaza y vieira, uno de los más fotografiados por los peregrinos, que nos anuncia la entrada en el municipio de Santiago de Compostela.

Tras la fotografía, aunque no pasa nada si no la haces, seguiremos un sendero no muy acondicionado, que sea o no época de muchas lluvias, casi siempre lo encuentras embarrado el jodio, pero no pasa nada, es un trocito, antes de superarlo y por una pista asfaltada llegamos a la aldea de San Paio, que tiene un par de restaurantes alrededor de su pequeño templo.

SAN PAIO

Seguimos el Camino a través de un duro repecho en una carretera vecinal que enlaza en lo alto con otro sendero, que parte hacia la derecha y sigue recto entre eucaliptos y pinos. Poco después, y tras una bajada, salvamos la autovía del aeropuerto por un paso inferior y continuamos de frente, a través de un sendero estrecho bien definido, también bastante propenso a embarrarse en cuanto caen cuatro gotas.  El sendero nos dejará en el lugar de A Esquipa, y por asfalto llegaremos en un pis pas hasta Lavacolla, donde yo al menos me quedo hoy y ya continuaremos mañana hasta Santiago.

Tras alojarnos, nos vamos a comer y luego ya nos ducharemos, mimaremos los pies y demás cosillas. De momento llenamos la panza…

…y después lo que tenga que venir vendrá, todo llegará y lo recibiremos con una sonrisa, ya que el arte de ser feliz, un poquito o un muchito al menos, está en el poder extraer felicidad de cosas comunes, porque como todos sabemos, la vida es simple, pero insistimos en hacerla complicada…

CUIDAROS MUCHO Y ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!

Publicaciones Similares

12 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *