Camino del Norte (preámbulo al Camino Lebaniego) – Laredo a Santander

NO SE APRENDE A CAMINAR SIGUIENDO REGLAS, SE APRENDE PASO A PASO Y TANTO CAYENDO COMO VOLVIENDOTE A LEVANTAR…… Y recuerda que eres lo que sueñas y todo aquello que llevas dentro de tu ser, así que sé fiel a lo que sientes, a lo que piensas, date el lugar más importante en tu vida mientras amas a quienes te quieren o quizás no, pero se fiel a tu filosofía de vida, deja de culparte y comienza a amarte, quiérete y trátate como tratarías a la persona que más amas…
Y suele pasar hoy y siempre, a veces, que algunos de esos trocitos de pequeña felicidad de los que buscamos nos están buscando a la vez, y así pues amanece en Laredo, y como me gusta más que mucho acercarme a la playa cuando el día comienza a despuntar sobre el mar y los reflejos de luz son realmente más poderosos que el mejor café que te puedas tomar, porque la jodia vida casi siempre depende de cómo la afrontemos, pues así lo hago yo al menos, porque en la cama puedo estar mil y un día más, pero junto al mar pocos en mi vida me quedan ya…
Pero aparte de esos momentos al amanecer junto al mar, que siempre que puedo disfruto en cualquier lugar que me pille y haya mar, ya que estamos aquí en Laredo, no te dejes de visitar aparte de su casco antiguo la iglesia de Santa María de la Asunción…



…el Mercado de Abastos o Plaza del Pescado, su largo y agradable paseo marítimo de casi cinco kilómetros con diversas esculturas alegóricas al mar aquí y allá…




… Como también tienes el túnel de la Atalaya, construido en 1863 y reformado hace poco, con sus más de 200 metros de largo perfectamente iluminados y, en algunos tramos, decorados con motivos marinos, que nos llevan hasta un mirador con barandilla que se asoma a una costa solitaria y de momento totalmente natural.



Y también podéis cruzar en sitios de Laredo por algunas de las antiguas puertas que antaño daban acceso a la localidad, como son la Puerta de San Martín o Arco de la Blanca, la del Merenillo, la de San Marcial o la de San Lorenzo, así como otros lugares si quieres callejear.



Normalmente, cuando llegas a Laredo realizando el Camino, lo normal es atravesar la bahía de Santoña con un pequeño barco (normalmente no funciona en invierno) que se toma tras caminar cuatro kilómetros por el paseo marítimo hasta el Puntal de Laredo, y ahí tomar el barco que te deja en Santoña, una corta travesía de poco más de 500 metros. La cuestión es que los encargados del barco que te lleva siempre han tenido algún problema con los permisos, y esta vez, al preguntarles si realizaban la travesía (no era invierno, es ya primavera) me dijeron eso, que estaban pendientes de unos permisos para seguir realizando dicho paso. Ante ello solo te queda tomar por el trazado que te lleva por el interior, pasando por Colindres, Gama y Escalante, siguiendo toda la carretera hasta Castillo y ahí continuar hasta Guemes o Santander. Otra opción es tomar el autobús que puede llevarte a varios lugares de esa ruta y evitarte la anodina caminata por la carretera. Y la otra posibilidad es que alguien te acerque a otro punto en coche y continúes desde allí, lo que hice yo, que me acercaron así hasta Noja, para que probara un producto local que hacen en una población cercana, Liérganes, y les diera mi opinión sobre ello, tras lo cual y haber pasado un buen rato, desde ahí continué el Camino dirección Santander.
Desde Noja todo el trazado del Camino es una sucesión por pequeños caminos rurales asfaltados, pistas, caminos vecinales…

y algunos tramos de carretera, pasando por varios pueblos, siempre con muy poca sombra. Así tras dejar Noja ya atrás, caminaremos hasta el barrio de San Pantaleón, donde se localiza la ermita de San Pantaleón, del siglo XVII. Tras ello, en nada ya llegaremos a Castillo, donde se encuentra la iglesia de San Pedro…


que en principio fue de estilo románico entre los siglos XII y XIII para posteriormente ser reestructurada en los siglos XIV al XVII y pasar a ser más bien plenamente de estilo gótico, aunque su ábside es de estilo renacentista, observándose en el conjunto total algunas trazas dispersas decorativas que atestiguan ese pasado románico anterior.
Pasando San Miguel de Meruelo, donde tenéis tienda y bares para repostar y descansar…



ya que viene el trocito “rompepiernas” de la etapa, ya que te comes una sucesión de arriba y abajo por carreteras secundarias hasta que llegas a Guemes, donde me paré a tomar algo y comer un poco, para luego continuar y ya en descenso llegar a Galizano…

…donde tienes dos posibilidades: seguir el trazado por un carril peatonal junto a la carretera hasta Somo y que es más corta, o tomar la alternativa por los acantilados…







que es casi cuatro kilómetros más larga, pero no vas junto a la carretera y tienes el continuo paisaje del mar a tu derecha, ¡y yo tenía ganas de mirar el mar y que la brisa me acariciara!, ya que caminas continuamente junto a los acantilados unos cuantos kilómetros hasta que llegas y bajas ya a las playas de Loredo y de Somo por la zona de la playa de los Tranquilos…


donde puedes optar por seguir un sendero lateral a la misma o continuar por la arena de la playa si hay marea baja, opción que yo elegí al menos, ya que así me descalcé, camine junto a las huellas…

de otros caminantes y paseantes y me refresqué un poquito los acalorados pies, y nada más pisar Somo a una terracita y cervecita mirando el mar.

Y es que muchas veces lo mejor que podemos hacer es detenernos, coger aire, mirar a nuestro alrededor y pensar mientras dejándonos acariciar por la suave brisa marina y respiramos el olor a sal nos preguntamos sin palabras eso de ¿qué es lo que ves, qué es lo que tienes, qué es lo que sientes? Eso es lo importante, porque la felicidad no surge solo por circunstancias externas, se deriva principalmente de actitudes internas ante la vida y el presente, porque el mañana aún no existe y el pasado acaba de esfumarse. La felicidad está en ese momento, el aquí y en el ahora, donde debemos aprender continuamente a disfrutar de lo que tenemos, a cambiar lo que nos hace mal y a luchar por los sueños. Y es que a veces con solo eso, mirar al gran mar, te hace creer en un día radiante lleno de luz que siempre trae consigo belleza y tranquilidad, donde la brisa del mar en la cara, los rayos de sol sobre la piel y un corazón dispuesto a vivir aunque le quede poco tiempo es quizás lo que necesitabas… ¿Os lo imagináis? Si, claro que si, seguro que si lo imagináis, porque casi siempre así es la naturaleza para tus sentidos, una parte de esa vida que nos lleva y nos trae, como esas pequeñas olas que minutos antes venían, mojaban mis pies y luego volvían a marcharse…

Y bueno, que me enrollo, así que luego ya me acerco hasta el embarcadero para coger el pequeño ferry de «Los Reginas» que te lleva hasta Santander en un cortito pero agradable viaje…



dejándote en el mismo paseo marítimo de Santander, desde donde dando un agradable paseo me dirijo ya a donde me alojo para darme una buena ducha y toda la parafernalia pertinente tras los veintiocho kilómetros de hoy. Y Cantabria, al igual que Galicia y Asturias, no dejan de sorprenderme siempre con esa capacidad que tienen de que está el cielo despejado y de pronto, como si nada, se cubre de nubes, caen a lo mejor cuatro gotas (o algo más a veces) y vuelve luego en un pis pas a brillar el sol de nuevo en un cielo despejado otra vez.

Mañana para Santillana del Mar si el Universo así lo desea y quiere, porque recordad siempre que debemos estar más que dispuestos a ser un principiante cada una de nuestras mañanas. Y claro, también para mañana ya pondré alguna foto de Santander si alguna decente sale de las que hago, así que cuidaros mucho, sonreír, y que nunca os falten trocitos de felicidad, un abrazo y ¡Buen Camino Siempre!

Muy interesante y el video muy chulo, buen Camino!
Gracias por tus palabras, Juanvin ¡Buen Camino siempre, amigo!
Que bonita es Santander, una ciudad para repetir, buena etapa.
Lo es, tiene muchos lugares para recordar ¡Buen Camino siempre, amiga!
Buen Camino amigo!!
¡Buen Camino siempre, amigo!
Un saludo Fran Lucas, seguiré tus pasos
Ahí seguiremos, Rodolfo ¡Buen Camino siempre, amigo!
A seguir caminando peregrino! feliz semana
Mientras el cuerpo aguante y el alma lo desee seguiremos, Ana ¡Buen Camino siempre, amiga!
Gran etapa y ese vídeo inicial nos transporta hasta esa playa
Gracias, Roberto, el mar siempre logra reconfortarnos ¡Buen Camino siempre, amigo!
Buen Camino siempre
Thank you, Mike ¡Buen Camino siempre, amigo!