Camino del Norte (preámbulo al Camino Lebaniego) – Castro Urdiales a Laredo
Confesaré que sin proponérmelo siquiera, me decidí hace unos días poco después de volver del Portugués, a realizar unas etapas por el Camino del Norte, quizás como preámbulo antes de hacer a mediados de abril el Camino Lebaniego.
Y es que si, no lo tenia previsto, pero como tenía que acudir por un tema personal a Laredo que iba a ser corto, y siendo así que la ocasión a veces la pintan calva, pues ya mi cabeza comenzó a pensar (a veces piensa y todo) e imaginar, así que como me dicen Camino de Santiago y ya mi alma se enerva, pues me dijo la muy jodía eso de “pues llévate la mochila y aprovecha haciéndote unas etapas del Camino del Norte a tu aire y como quieras”.
Y oye ¿por qué no? Sabemos que la vida a menudo es compleja, que nos trae cosas que escapan a nuestro control o por el contrario lo tenemos perfectamente controlado, y que de nosotros depende en un alto porcentaje saber afrontarlas buscando siempre ese sendero que nos puede llevar hacia uno de esos trocitos de felicidad.

Y así lo hice, aunque mi siguiente movimiento de caminante iba a ser el Camino Lebaniego, Camino de Liébana, Camino Lebaniego Cántabro, ramal del Camino de Santiago de la Costa o como se quiera definir a ese pequeño pero gran Camino que te permite peregrinar caminando desde San Vicente de la Barquera sus 73 kilómetros y acceder al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en la comarca de Liébana (Cantabria), lugar en el que según la tradición, se conserva el trozo más grande del Lignum Crucis, y que encima este año cae en Año Santo, el 75º año Jubilar Lebaniego desde 1512, y el día 16 de abril será de nuevo el momento en que volverá a abrirse la Puerta del Perdón del santuario de Santo Toribio, así que solo imaginaros quien caminará por esos días hasta ahí para cruzarla y, según como me encuentre, quizás sea hasta capaz de atravesar parte de los Picos de Europa jurando como no en arameo, pero más que contento (todo un reto para mi que odio las subidas) hasta Riaño, y de ahí ya hasta casa, porque llegar hasta Mansilla de las Mulas ya he llegado muchas veces por el Camino Francés.
Ya que suele ser que el Camino Lebaniego junto con la Ruta Vadiniense hagan desde la antiguedad de pasarela y unión entre el Camino del Norte y el Camino Francés, en Mansilla de la Mulas, para llegar a Santiago de Compostela, básica e históricamente tenía mucho sentido que los peregrinos que llegarán hasta Santo Toribio continuarán Camino hasta el lugar de descanso del Apóstol, pero como en mi caso Santiago ya está hasta cansado de verme (¡que va, anda que no le gusta tomarse conmigo una Estrella, o dos…!) dejaré la próxima llegada para más adelante y esta vez saludaré a su primo Santo Toribio, continuaré hasta Riaño o me volveré para casa, que el tiempo decida.

Y bueno pues, intentaré suavizar el recorrido de este recorrido de cuatro días desde Castro Urdiales hasta San Vicente de la Barquera y no daros tanto mal con ello, así que desde el paseo marítimo y dejando atrás el muelle, nos metemos por las calles Santander y Silvestre hasta llegar a la plaza de toros, por donde seguiremos hacia el Barrio Campijo cruzando por un paso inferior la autovia.


Aviso ahora al principio que la señalización hasta que llegas a San Vicente de la Barquera a veces, pero no siempre, es un digamos poquillo deficiente, teniendo que utilizar el sentido común y la experiencia caminera para pillar el camino correcto, pero dejémoslo ahí y continuemos, pero estar muy atentos siempre a las señales (estén o no estén, así son las cosas…).

Seguimos por una pista asfaltada, porque esa es otra de las características que a mi realmente no me importa mucho, pero el asfalto predomina en el 90 por ciento de todo el recorrido de este tramo de Castro a San Vicente. Seguimos, pasamos cerca de un camping, luego por un tramo de bosque atravesamos un pequeño lugar habitado llamado Allendelagua, luego iremos cerquita de la autovía y con el mar a nuestra derecha…



…y llegaremos al pequeño lugar de Cérdigo, que atravesamos, cruzamos siempre con cuidado una carretera y por un sendero nos acercamos a los acantilados junto al mar, cruzamos alguna portilla de ganado y en nada llegaremos a Islares.


Cruzamos la localidad y pronto nos acercaremos a la carretera N-634, caminando un par de kilómetros, a veces por arcén y otras por un senderillo aledaño, hasta que llegamos a un punto bajo el viaducto de la autovía, donde tendremos la opción (elegir bajo vuestro criterio de ese momento) si continuar por el arcén y proximidades de la carretera nacional o bien irnos por la izquierda, por el camino oficial, por una asfaltada pista en subida. Deciros que la ultima vez tomé la oficial, que es más larga pero evita la carretera, pero ahora voy a volver a tomar la no oficial por la carretera que ya tome hace años, pero repito que es mi opción, cada cual debe elegir y valorar lo que deseen hacer y por donde tirar. Esta vez no me apetecía hacer más kilómetros ni tener más subidas y pille la opción (son 4 kilómetros menos y de menos desnivel) aparte de que vas más cerca del mar.

Como he escogido esta opción, sigo la trazada de la carretera y llegamos a El Pontarrón, cruzamos un puente, continuamos pegados a la carretera, pasamos por encima de la autovía y en unos kilómetros y en descenso llegaremos a la ermita de San Roque y luego a una zona donde no recuerdo el nombre, pero hay algún bar si quieres descansar y tomar algo. Luego seguiremos caminando y, antes de llegar a Mollaneda (por donde se llega igual a Laredo), tendremos la opción de tomar una variante a la derecha más “costera y cerca del mar” que nos llevará así hasta Isequilla, tras lo cual pillaremos una buena subida hasta un alto donde se encuentra las ruinas de la ermita de San Julián…

..con buenas vistas antes de iniciar la bajada, llegando en unos kilómetros hasta el barrio de San Antonio, perteneciente ya a Laredo, a donde llegaremos tras tres o cuatro kilómetros, pasando cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XIII y declarada Monumento Nacional desde 1931.


Su estructura es del típico estilo de las abadías cistercienses, siendo una relevante construcción gótica, principalmente por su excelente estructura interior. Constituye el edificio religioso medieval más relevante de Laredo, siendo una de las más importantes construcciones pregóticas de España, especialmente singular en su estructura interior.



Y ya estamos en Laredo. Aquí como bien siempre digo, depende la opción se continua caminando, se queda uno a descansar o lo que nuestro cuerpo y alma nos pidan. Yo me quedo, como he dicho tenía una cuestión pendiente. Y recordad siempre que si miramos al horizonte con optimismo y mantenemos esa sonrisa siempre pintada en nuestro rostro, aunque a veces estemos destrozados por dentro, la vida se hace mucho más fácil y llevadera, recuerda que sonreír crea esa cosillas llamadas endorfinas, que pueden surgir hasta en los más oscuros momentos, si somos capaces de usar bien el momento.
QUE SEAIS FELICES, Y POR SUPUESTO ¡BUEN CAMINO SIEMPRE!
Como cambia el paisaje amigo, una maravilla!! Pues nos vamos a este Camino de tu mano, un abrazo
Y que siempre veamos ese paisaje con nuestros ojos, amigo mío. Cuídate ¡Buen Camino siempre!
Un gusto acompañarte siempre Fran, adelante
Gracias por tu compañía, Ferrán ¡Buen Camino siempre!
Buen Camino siempre
So be it, my friend ¡Buen Camino siempre!
Muy grande!!
¡Buen Camino siempre, Tito!
Bonita etapa amigo, disfruta mucho.
Gracias por tus palabras, amiga mía ¡Buen Camino siempre!
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻💪
¡Buen Camino siempre, Gonzalo!