CAMINA Y DISFRUTA, OLVIDA LO DEMAS
Para muchas personas, el exceso de información previo a realizar el Camino, la peregrinación a Santiago, no suele ser bueno si te dejas llevar por ello, ya que las experiencias de los demás nunca tienen que ser iguales a las que vas a vivir o has vivido tú. Y aunque por supuesto, a veces es de agradecer el saber de la buena o mala experiencia de alguien, ello puede crear unas expectativas que puede te lleven a la decepción porque no se amoldan a la ruta que te habías imaginado. El Camino siempre es y va a ser distinto para cada persona que camine sobre él, porque nadie busca ni el mismo objetivo, vivir las mismas experiencias o quizás obtener lo que deseamos, en absoluto, así que lo mejor que puedo decirte es que resetees tu mente y hagas tu Camino con la mente abierta, dispuesto a experimentar cada paso como venga, porque ninguna ruta, ningún Camino es igual a otro, absolutamente ninguno aunque lo hayamos compartido juntos, ni tan siquiera lo será el nuestro si lo repetimos una y otra vez, porque cada vez será distinto, así que imagina si lo será aun menos el de los demás.

Si algo nos debe enseñar el peregrinar a Santiago es a no juzgar a las personas, cada quien es libre de marcar su ruta o caminar sus pasos como pueda, quiera o le venga en gana, porque al final lo que debe quedarnos dentro es lo vivido por nosotros y no lo que vivan los demás. Tu pasos siempre serán tuyos y de nadie más, dales una correcta acogida, porque cada uno de ellos es un viaje interior donde obtendremos o no lo que buscamos, si es que buscamos algo, o lo que necesitamos conforme a lo que ofrezcamos con nuestro caminar.

El Camino de Santiago es una experiencia única, yo siempre la aconsejo vivir, aunque luego para cada persona sea una experiencia positiva o negativa, nada está planificado, porque no todos somos ni sentimos igual. Pero si sientes que su magia entra en ti, aprendes a vivir y a caminar de una forma que nunca antes habías conocido, y con eso “algo” comienza a cambiar, o quizás no, dentro de ti, porque aunque en teoria todo es un viaje hacia delante, una peregrinación hacia Santiago de Compostela, en muchos casos también es un viaje, un camino hacia adentro, y hacia lo más profundo de cada uno.
No lo olvides nunca, haz siempre tu propio Camino, porque sólo así querrás volver a hacerlo, porque si haces el que los demás quieren ni lo disfrutaras, ni sentirás su magia y tal vez ni lo terminaras… Recuerda, “sonríe y siente la vida”.
