Bellezas que encuentras mientras caminas: Santa María La Blanca y Santa María del Camino

Hablaré un poquito de estos dos templos, ya que así lo dije cuando os contaba mis días en el Camino al pasar por ellos, visitarlos de nuevo y sentir de nuevo ese algo especial que desprenden. Ya sé que aunque parezca que me salga de lo normal, la realidad es que forman parte del Camino, llegas hasta ellos y otros bellos y mágicos lugares caminando, porque realmente era lo que querían los artesanos que los construyeron, que cuando pasaras a su lado admiraras su belleza… ¿Y a quién no le apetece, aunque sea solo un poquito, divagar en la historia del interesante patrimonio de nuestros pueblos? Si, solo un poquito, intentaré que sea poquito y liviano, aunque me conozco cuando hablo de sitios como estos.

   Y creedme si os digo que tanto en Villalcazar como en Carrión se ofrece también una sugerente y sabrosa oferta gastronómica, que supongo muchos habréis degustado, y si no, os invito a descubrir cuando paséis por allí.

Pues llegas a Villalcazar de Sirga, donde ya ves destacada la iglesia en el horizonte en medio de la localidad

SANTA MARÍA LA BLANCA, DESTACANDO EN VILLALCAZAR DE SIRGA

…te haces una foto con la estatua del Mesonero que hay frente a ella, te giras, caminas unos metros y ahí estás, ante la iglesia de Santa María la Blanca, que te sorprende gratamente por la majestuosidad de sus dimensiones y su estilo de transición del románico al gótico de finales del siglo XII. Te acercas un poco más y nos recibe un hermoso pórtico con doble puerta, todo él de gran valor artístico, con interesantes obras labradas, donde destaca y es más que notable el doble friso que discurre por encima de la puerta mayor al templo. En el friso superior se representa el Pantocrátor flanqueado por los Evangelistas y los Apóstoles, donde destaca la figura de Santiago, vestido de peregrino. El friso inferior está dedicado a la Asunción de la Virgen Blanca, flanqueada por figuras relacionadas con la Anunciación y la Adoración de los Reyes Magos. Todo el conjunto en sí recoge los típicos elementos iconográficos tomados del Apocalipsis de San Juan.

PORTICO DE DOBLE PUERTA DE SANTA MARÍA LA BLANCA
PANTOCRATOR DEL PÓRTICO DE DOBLE PUERTA

Fue Villalcázar de Sirgauna plaza templaría, lo que dejó su impronta en el templo, siendo considerada en 1307 una de las 28 encomiendas que la Orden del Temple tenía en la corona de Castilla, hasta que tras su persecución y vergonzosa aniquilación, pasó a ser propiedad de la Orden de Santiago. En su interior se guardan auténticas joyas del arte medieval, donde aparte de autenticas obras de arte, encontramos el deslumbrante Retablo Mayor, la bella capilla de Santiago y los famosos sepulcros policromados del infante Felipe y de su mujer Inés Rodríguez Girón, así como el de Juan de Pereira, caballero de la Orden de Santiago.

SEPULCROS POLICROMADOS
RETABLO MAYOR
CAPILLA DE SANTIAGO

   El templo se construyó en tres naves separadas por pilares cruciformes y bóvedas de crucería, crucero y tres ábsides en el lado de naciente, conservándose interesantes retablos y capillas, entre las que destacaremos tan solo para no ser pesados, la capilla de Santiago, del siglo XIV, que brilla con luz propia gracias al rosetón de sus paredes, que inunda de luz solar la estancia.

En el siglo XIII, los monarcas castellanos Alfonso X el Sabio y su hijo Sancho IV se vincularon intensamente al templo, el primero de manera literaria y el segundo religiosa: Alfonso X se inspiró en él para componer doce de sus Cantigas de Santa María, mientras que Sancho IV lo visitó en peregrinación en varias ocasiones, durante la Semana Santa, para hacer penitencia ante la Virgen de Villasirga, de la que era gran devoto.

   Este templo, tuvo tal preponderancia económica y religiosa, que fue considerado, aparte lógicamente de las catedrales de Santiago, Burgos y León, como uno de los centros religiosos más importantes y valorados del Camino de Santiago.

   Se declaró con todo derecho Monumento Nacional en 1919, acometiéndose en el templo varias intervenciones con más pena que gloria, de distinto carácter y orientación, desde 1932 hasta nuestros días. También recibió las distinciones de Monumento Histórico-Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural.

Y en Carrión de los Condes, a tan sólo 5´5 kilómetros de Villalcazar, encontramos la iglesia de Santa María del Camino, templo dedicado a la Virgen de las Victorias, nombre por el cual también es conocida la iglesia, la  más antigua de Carrión. Es un templo románico que aunque ya tiene antecedentes de construcción en el siglo IX sobre los restos de una capilla bizantina, fue edificado en el siglo XII, aunque está eclipsado muchísimo por su vecina iglesia de Santiago y el reconstruido monasterio de San Zoilo, pero sin embargo tiene sus cositas que la hacen especial, y yo la prefiero entre los tres lugares de Carrión.

SANTA MARÍA DEL CAMINO (O DE LAS VICTORIAS)
CREO QUE FUE ESTE PORTICO LO QUE ME FASCINO DE ESTA IGLESIA

Al templo se le otorga el título de las Victorias en alusión a la derrota sufrida por los musulmanes, cuando llegaron a Carrión a cobrar el “Tributo de las Cien Doncellas”. La historia cuenta que los cristianos del reino tenían que pagar al musulmán Miramamolín con cien muchachas, correspondiendo a Carrión la entrega de cuatro. Las cuatro muchachas, llorando por su destino, pidieron permiso para despedirse de la Virgen, la cual al oír sus rezos, hizo surgir cuatro toros que pusieron en fuga a los musulmanes, dejando así libres a las muchachas. Aunque seguramente y aunque sea más bonita la leyenda de las doncellas, el nombre “de las Victorias” haga referencia a la victoria sobre los musulmanes de Alfonso III, quien tras derrotar en Zamora en el año 901 a los moros, llegó a Carrión donde lo celebró.

De cualquier forma, más tarde, se llamó al templo de Santa María del Camino por estar al lado de la ruta jacobea, y desde entonces se conoce con ambos nombres. Cada cual que escoja el que más le guste. Sea o no cierta la leyenda, en los capiteles del templo hay varias escenas que representan el milagro de las doncellas, donde en uno aparecen cuatro figuras de mujeres mientras en otro son representados los toros que en hicieron correr a los musulmanes.

CAPITEL CON LAS CUATRO DONCELLAS DE LA HISTORIA
CAPITEL CON LOS TOROS DE LA HISTORIA

Estas dos iglesias, al igual que otras en el Camino, y por citar algunas, aparte de la Catedral de Santiago, que también está sujeta a lo mismo, están bien enclavadas precisamente en lugares de clara energía telúrica, lo que otorga esa sensación que sientes cuando entras en ellas. No es mística, esoterismo, leyendas ni  nada parecido, tan sólo es admirar la belleza que siglos atrás, maestros canteros levantaron en trabajos que prácticamente ocupaban toda su vida, y que hoy tú puedes seguir disfrutando.

   Y hasta aquí, espero no haberos aburrido mucho, amigos y compañeros. Cuidaros mucho, sonreír y ¡buen Camino siempre!

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